Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

miércoles, 31 de enero de 2024

Ancestros - José Javier Rodas


Ancestros

Profundo respeto por los de antes,
los de ymaguaré,
infinitos sacrificios,
de quienes nos precedieron
con su presencia,
semillas de nuestra existencia,
con innumerables oficios,
In migrare / Inmigrantes...
poblando el suelo platino
recibidos con cobijo y amor
en todo el suelo argentino.

Javier Rodas
            31 de Agosto 2024


Mi respeto

Ellos no lo tuvieron fácil. Crecieron en tiempos de posguerra. Dejaron atrás una guerra y se tuvieron que enfrentar a todas las penurias, a la crisis económica, a levantar un país con sus propias manos. Apenas pudieron ir a la escuela.

Desde pequeños se levantaban al amanecer y trabajaban jornadas de 18 horas. Comenzaban cuando salía el sol y regresaban cuando se ponía.

Trabajaron campos de otros cada tiempo de cosecha. Otros se echaban al mar si su ciudad la tenía, en barcos pequeños sobreviviendo a temporales para ganarse el jornal diario. Cualquier trabajo servía si podían dar de comer a sus familias.

Algunos viajaron a ciudades más grandes dejando su historia atrás para buscar trabajo en fábricas. Y sus casas se quedaron vacías allá en los pueblos.

Pero tenían sueños, habían pasado demasiadas penalidades, no les importaba trabajar mucho pero en mejores condiciones y tener la posibilidad de algún día, poder comprarse un pequeño piso. Algo suyo. Querían que sus hijos tuvieran un mejor porvenir, que fueran a colegios, que estudiaran, buscarles "un día de mañana".

Hoy tienen 80 años o más. Se han ganado una vida tranquila, feliz, una bonita espera. Ellos no esperaban que sus ojos vieran una pandemia mundial donde serían los más afectados. Debemos cuidarlos: por ellos que se lo merecen, por su legado, por su historia.

Facilitarles la vida y de alguna manera devolverles el sacrificio que hicieron.

No les exijamos si no han podido aprender las nuevas teconologías, si cuando llegan a un banco para retirar dinero de su pensión no saben cómo hacerlo. Ayudémosles. Seamos empáticos. Tengamos más paciencia porque su ritmo igual que sus piernas ya es más lento.

Ellos son nuestra historia. Sus ojos han visto toda una vida.

Mi admiración, agradecimiento y respeto.

Victoria Martínez
Segunda estrella a la izquierda - Original 
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