Dos investigadores de la Universidad de Harvard en el mes de Agosto del año 2.005 anunciaron avances en el estudio de los quipus, el sistema de comunicación basado en nudos de cuerda que los incas usaron para llevar la contabilidad de su imperio y registrar hechos.
Las cuerdas de lana y nudos utilizadas por los incas como sistema numérico escondían una significación que trascendía el plano aritmético, según un estudio reciente que publica Science. Gary Urton y Carrie Brezine, de la Universidad de Harvard, han analizado veintiuno de estos racimos de lana, llamados "quipu" —del quechua "khipu"— y han concluido que, a través de ellos, los incas llevaban el control administrativo de la producción y la ocupación de cada trabajador.
El Nuevo Herald señala "los quipu, nudos que aparentemente los incas dejaron como lenguaje, narran una serie de relatos sobre su antigua civilización, según la interpretación de un grupo de expertos".
Cada "quipu" cuenta con múltiples cuerdas anudadas, de diferentes colores, que cuelgan verticalmente de un soporte horizontal. Según el tipo de nudo y su posición en las cuerdas, cada uno representa una cifra diversa. El hecho de que los "quipu" fueran tan numerosos (algunos han sido encontrados incluso en tumbas) hace pensar que eran un elemento importante en el seno de la sociedad inca precolombina.
A lo largo del siglo XX, los "quipu" han proporcionado datos sobre el modo de vida del imperio inca, que se extendió desde el siglo XIII hasta el XVI. Tradicionalmente se atribuía a los "quipu" una eficaz función nemotécnica. Sin embargo, el estudio de Urton y Brezine revela que los "quipu" analizados (procedentes de Puruchuco, en la costa central de Perú) funcionaban como una suerte de inventario, en el que los administradores controlaban las producciones y las tareas de los trabajadores que abastecían a las distintas ciudades. Otro de los aspectos sorprendentes es que aunan varias contabilizaciones, como el número de trabajadores y sus correspondientes cosechas.
Durante el apogeo del Imperio inca, el jefe supremo, llamado Sapa Inca, dictaba órdenes que eran ejecutadas por las administraciones regionales y locales del poder. Los trabajadores varones estaban obligados a trabajar un cupo de meses al año en proyectos imperiales como, por ejemplo, las tierras de cultivo que pertenecían al Gobierno. Una vez que la producción era recolectada, se enviaba a las arcas imperiales como tributo o impuesto. El estudio publicado en Science establece tres niveles de autoridades administrativas y siete categorías que se usaban para representar la cantidad de trabajadores y los impuestos que producían.
Los nudos más bajos de estos racimos de lana habrían sido hechos por el nivel más bajo de la jerarquía administrativa; esto es, los oficiales locales. Éstos enviarían los "quipu" a ramas jerárquicas más altas, que darían cuenta de las producciones, número de trabajadores y sus actividades. No obstante, los "quipu" podrían contener información relevante en cuanto a proyectos de trabajos y futuros planes de recaudación de impuestos. En este sentido, las cuerdas de lana podrían haber funcionado como "documentos" de la burocracia de un imperio que, hasta ahora, se dijo no tenía escritura. De ahí el gran interés científico del hallazgo.
Un paso más
Si bien muchas de esas cuerdas han resultado ser un tipo de sistema de contabilidad, interpretarlas ha sido una empresa más bien compleja. Ahora, los expertos Gary Urton y Carrie J. Brezine, de la Universidad de Harvard, afirman haber hallado un trío de nudos con forma de ocho (la forma de nuestro número ocho), que según creen los identifica como provenientes de la ciudad de Puruchuco, a unos 11 kilómetros al norte de Lima.
Los investigadores utilizaron computadoras para analizar los 21 quipus hallados en Puruchuco y los dividieron en tres grupos basados en la repetición de ciertos diseños de nudos.
Un grupo parece ser de uso local y los otros dos, cada uno de ellos con un diseño de tres nudos que se repiten, podrían haber sido usados para informar a las autoridades más altas acerca de las actividades locales, o para recibir mensajes de ellas. En este caso, los investigadores creen haber hallado el nombre del lugar de procedencia en los tres nudos con forma de ocho. "Si es así, al menos en teoría podríamos ver si aparecen diseños similares en otros quipus", dijo Urton.
"Nosotros proponemos que cualquier quipu que pasara al sistema administrativo estatal con un diseño inicial de tres nudos con forma de ocho sería identificable inmediatamente como una cuenta del palacio de Puruchuco", dijeron los investigadores. "Por primera vez, realmente, podemos ver cómo una información de interés para el estado avanzaba hacia arriba y hacia abajo en una serie de quipus relacionados entre sí", dijo Urton en una entrevista telefónica.
Identificar el nombre de un lugar entre los nudos, agregaron los investigadores, podría ser un primer paso para interpretar el resto.
tanta sabiduria y que nos estén !!
ResponderEliminarCuánto nos cuesta con todo lo que tenemos a nuestro alcance,interpretar aquello que nuestros diezmados ancestros manejaban con tanta eficiencia. Admiro la constancia y el interes de los investigadores que nos devuelven la mirada hacia ellos.
Y pensar que todo estas maravillas lo hicieron nuestros antepasados , de los cuales muchos se averguenzan
ResponderEliminarQue investigación interesante para conocer más sobre nuestras culturas
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ResponderEliminarLos investigadores utilizaron computadoras para analizar los 21 quipus hallados en Puruchuco y los dividieron en tres grupos basados en la repetición de ciertos diseños de nudos.
Un grupo parece ser de uso local y los otros dos, cada uno de ellos con un diseño de tres nudos que se repiten ideandando.es/que-fue-el-siglo-xix/