lunes, 12 de agosto de 2024

Sarcófagos de Karajía, guardianes de las alturas



Los sarcófagos de Karajía son tumbas prehispánicas que pertenecen a la cultura Chachapoyas, según el arqueólogo Federico Kauffmann Doig en su libro Los Chachapoya: Constructores de Kuélap y Pajatén, menciona que los pobladores de la zona lo consideran como los “hombres viejos” o “Purunmachos”, por su forma antropomorfa.
En su interior conserva momias que previamente fueron momificados y puesto en posición fetal, envuelta en tejidos de lana y algodón.
La antigüedad de los Sarcófagos de Karajía se remonta a los años 1470 perteneciente a la época preinca gracias al muestreo realizado a un trozo de madera de un sarcófago destruido.
La cabeza de los sarcófagos es plano y ancho, el resto del cuerpo está decorado con líneas trazadas de color rojo, las representaciones hacen alusión a rasgos masculinos.
Están elaborados de arcilla, ichu, paja, unidos por argamasa de barro y miden hasta 2.50 m de altura, protegidos por una gruta a 300 m de altura teniendo de fondo a la quebrada Aispachaca y es por esa razón que acceder al lugar es complicado.
En el año 2010 el Banco Central de Reserva del Perú puso en circulación la moneda de un Nuevo Sol, alusiva a “LOS SARCOFAGOS DE KARAJÍA”, es la segunda moneda de la serie numismática denominada “Riqueza y Orgullo del Perú”.

Fuente: Los Testigos de Mendoza



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