sábado, 8 de noviembre de 2014

Putucos, sistema constructivo ancestral de Puno


Escribe: Sonia Obregon

El Ministerio de Cultura declaró Patrimonio Cultural de la Nación a los conocimientos, saberes y técnicas relacionados a la construcción de putucos en los distritos de Taraco, en la provincia de Huancané; y Samán y Arapa, en la provincia de Azángaro, departamento de Puno, transmitidos de generación en generación.

En los distritos de Taraco, provincia de Huancané, y de Samán y Arapa, provincia de Azángaro, los pobladores del altiplano son herederos de un sistema de construcción ancestral denominado putucos. Aquí te explicamos en qué consiste esta tradición puneña.

Ante el rigor del frío en el altiplano, sus pobladores idearon un sistema constructivo conocido como putucos, que les permitió adaptarse al medioambiente y continuar con sus actividades ganaderas y domésticas con normalidad. Esta tradición ancestral, recientemente declarada Patrimonio Cultural de la Nación, constituye una original expresión de nuestra ingeniería andina.

Técnica de construcción 
Los putucos son construcciones tradicionales elaboradas a base de barro y pasto. Con la mezcla, denominada champa, se arman las paredes y los techos. Según el arquitecto e investigador Fernando Ferrucio Marussi, la champa está conformada por bloques de tierra con raíces entrecruzadas de ichu y otras plantas silvestres, como chiji o quemello.


Durante la época más húmeda, cuando el suelo es más suave, los pobladores de Puno extraen el material y lo dejan secar para que adquiera dureza y consistencia. Ellos saben que el tipo de composición del suelo, mezclado con las raíces vegetales, genera una combinación perfecta para que la mezcla adquiera plasticidad, durabilidad y peso liviano.

Aunque los putucos de adobe son comunes, muchos optan por los bloques de barro y pasto, ya que es más resistente a la erosión y tiene un alto grado de impermeabilidad. El sistema, que es propio de las provincias de Huancané y Azángaro, tiene una base rectangular y un techo que termina en punta. Cuenta, además, con pequeñas aberturas para la ventilación.

Uno de los beneficios de esta tradición ancestral, que cuenta con una sola puerta baja y angosta, es mantener el calor en una zona que se carece de recursos naturales para construir viviendas. Desde la antigüedad, no solo ha sido considerado un excelente hogar para las personas, sino también un espacio ideal para conservar los víveres y refugiar al ganado.

Tradición vigente 
El primer paso para construir un putuco es preparar el terreno, nivelándolo si es necesario. Luego, continúa el proceso de trazado, en el que se establecen las dimensiones de los cuatro lados de la base, que tienen forma de cuadrado o rectángulo. Cuando el muro está listo se agregan refuerzos de madera que permiten edificar el techo de forma cónica o piramidal.

Aunque la obra está a cargo de los hombres de la familia, quienes heredaron la técnica de sus padres y abuelos, a veces se contrata el servicio de maestros expertos. El periodo elegido para la edificación, que dura de dos a cuatro días, coincide habitualmente con la etapa seca del año, cuando el suelo y las champas, previamente extraídas, están secas y duras.


El sistema ancestral forma parte de un complejo habitacional rural mayor, que usualmente se complementa con otros putucos. Una familia puede tener varios putucos, que serán usados como cocina, habitación y refugio de animales. Según los recursos y los gustos de las personas, los espacios cuentan con diversos acabados mediante el tarrajeo.
Gracias a nuestros antepasados, los habitantes transmiten los conocimientos y las técnicas de este sistema constructivo a las nuevas generaciones. Aunque la palabra putuco tiene un origen lingüístico incierto, representa una tradición ancestral que se mantiene vigente y de la cual todos somos herederos y estamos orgullosos.


Fuente: Identidades Peruanas.

1 comentario:

  1. Saludos desde Oaxaca, México, donde soy colaborador (traductor) para una revista bilingüe de arquitectura vernácula--HORIZONTES. Voy a compartir los datos acerca de los putucos para ver si hagamos un articulo acerca de ellos en una edición futura. Mi correo: profesor.colibri@gmail.com. Atentamente, Mtro. Robert A. Fredericks S. - "Profesor Colibrí"

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