En contra del sistema capitalista y en disputa de los bajos salarios que recibían, los panaderos decidieron usar a las facturas como medio de protesta, nombrándolas irónicamente con términos relacionados a la Policía, el Ejército y la Iglesia.
Así, hicieron referencia a los policías con los famosos vigilantes, al ejército con los cañoncitos de dulce de leche y bombas de crema o dulce de leche y a la Iglesia con las bolas de fraile o los "suspiros de monja". Cada uno de estos términos hace referencia a las acciones llevadas adelante por un sector del anarquismo, mientras que otros son expresiones sarcásticas vinculadas a la religión, al ámbito militar y a otras expresiones del Estado.
Fuente: Diario Página 12
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