lunes, 31 de agosto de 2020
domingo, 30 de agosto de 2020
Despertando en el sendero del AMOR
El mago dijo:
No me conoces, me imaginas.
Solo ves en mi lo que eres tú.
Cuando escribo y te resuena
solo estas recordando tu esencia
Lo que amas, en ti amas en mi.
Cuando dices que bello lo que escribo.
Estas solo amando esa parte de ti
que no conoces y se llama alma
no me conoces, me imaginas.
No es de extrañar, estamos
despertando en el sendero del amor !!!
Lo único que puedes hacer,
es leer y difrutar el aprendizaje
Si te gusta lo que ves en mi,
¡No lo cambies!
Pero si no te gusta… ¡Cámbialo en ti!.”
Todo es una ilusión dentro de otra
ilusion...
La Magia
Compartido por Fernándo Emilio Flores
Compartido por Fernándo Emilio Flores
El Padre Opeka: el cura que sacó 500.000 personas de la pobreza extrema
Nació en Argentina pero hace casi 50 años que trabaja en Madagascar, donde construyó una ciudad con escuelas, dispensarios y puestos de trabajo.
El sacerdote Pedro Opeka es un misionero argentino, de 69 años, que llegó a África a los 22 y logró alcanzar el pequeño pero gran milagro para los más pobres de Madagascar: logró sacar alrededor de 500.000 personas de la extrema pobreza, en el pueblo de Akamasoa (que significa “Los buenos amigos”), que se encuentra en las afueras de la capital Antananarivo, en Madagascar.
Cuando llegó el Padre Opeka a este rincón triste de Africa, el lugar estaba rodeado por un gran basurero donde decenas de miles de personas hurgaban en los desechos buscando material para reciclar, revender y comida. Pero, en base a tres pilares que defiende a rajatabla -educación, orden y trabajo-, la vida de la comunidad cambió por completo. Te contamos la historia de un ejemplo argentino.
La obra del Padre Opeka
Las fotos lo muestran feliz. Su tez con abundante barba blanca y ojos azules contrastan con las familias morenas que lo integraron poco a poco como uno más, convirtiéndolo en uno de ellos.
“Me fui en barco en 1968. Lloré y dije: adiós Argentina, tierra mía. Hubiese sido más fácil si me quedaba. África es la olvidada y había que arreglar todo. Aprender una nueva lengua, costumbres y tradiciones. Lo hice y no me equivoqué. A mi país lo llevo en el corazón”
Una vez asentado en su nueva patria, Opeka ayudó a sacar de la miseria a medio millón de personas. Les transmitió su enseñanza, les devolvió la esperanza y las fuerzas para cambiar la realidad.
“Ellos viven muy mal, con sólo dos dólares por día. El 92 por ciento de la población está por debajo del umbral de la pobreza. Sufren enfermedades como paludismo y tuberculosis”, cuenta.
Padre Pedro y Akamasoa: modelo de desarrollo para los pobres
El Padre Pedro Opeka creó una de las comunidades más grandes del mundo, en la cual 25.000 personas pobres encuentran su dignidad a través del trabajo y la responsabilidad personal.
La comunidad de Akamasoa fue fundada en Madagascar por el padre Pedro Opeka, que es misionero de la Congregación de la Misión. Nacido en 1948 de padres de origen esloveno que emigraron a la Argentina para escapar de la dictadura de Tito, trabaja desde hace más de 40 años entre los más pobres de la tierra y, poco a poco, desarrolló un modelo que el mundo entero mira con interés.
Su secreto es el orden, el trabajo y la responsabilidad personal. Es más, es contundente en sus afirmaciones: “Un plan social es lo que peor que le podés dar a un pobre”
El padre Opeka y los pobres de Madagascar
Todo comenzó en 1989 cuando el padre Pedro se dio cuenta de la situación de degradación que vivían los pobres en el vertedero de Tananarive, la capital de Madagascar, un lugar de refugio para personas desesperadas expulsados de la ciudad.
El ver a hombres, mujeres y niños viviendo en condiciones tan inhumanas, rompió el corazón del Padre Pedro Opeka, quien comenzó a buscar maneras de ayudar a estas personas pobres.
El misionero desarrolló una idea para ayudar a las personas a ayudarse a sí mismas. Cerca del vertedero había una cantera de granito, cualquiera que estuviera dispuesto a trabajar podía producir ladrillos, guijarros, losas y grava para vender a las empresas de construcción.
Logró entonces que, bajo la dirección de los religiosos vicentinos argentinos, los habitantes del vertedero se reunieran comenzando a ver, a través de su trabajo, un pequeño atisbo de esperanza.
Esperanza en los pueblos de Akamasoa
La transformación que siguió sorprendió a todos: una comunidad animada comenzó a desarrollarse. Escuchando a los demás y estableciendo comités para responder a las necesidades de los trabajadores, como el cuidado de los enfermos y la supervisión de los niños, las personas que vivían en condiciones infrahumanas, se dieron cuenta que tenían derecho a vivir con dignidad y que de ellos dependía.
Cuatro décadas después, una comunidad conocida como “Akamasoa” (que en italiano significa “Buenos Amigos”), vive en las casas construidas por ellos mismos, que forman dieciocho pueblos que tienen tiendas, talleres, fuentes e iluminación.
Todos ahora son dueños de sus casas de ladrillo. Todos tienen agua limpia y atención médica. Todos sus hijos van a la escuela
A pesar de que sabe lo importante que es su obra y su persona en esta parte del mundo, el Padre Pedro no se siento salvador. “Cuando se vive con y en medio del pueblo, la gente comienza a creer, a tener confianza. Entonces, todo es posible. Los obstáculos y dificultades pueden ser vencidas”
Nominación al Premio Nobel
Sobre su nominación al Premio Nobel prefiere no pensar porque su tiempo lo ocupa su tarea. “Puedo decir que el premio me lo está dando el pueblo”. Pero sabe que un reconocimiento de esta dimensión puede ayudarlo a abrir puertas para que el apoyo llegue más rápido.
Su obra se sostiene con el aporte de particulares. Recibe invitaciones para dictar charlas y dar conferencias. Por eso cada tres meses realiza giras que incluyen países como Francia, Bélgica, Mónaco, Barcelona, y nunca regresa con las manos vacías. “Saben que la ayuda le llega a los pobres y la gran mayoría ayuda”.
El fútbol, el juego que une
Los domingos a la tarde, Pedro saca a relucir su afición al fútbol con la que conquista a los jóvenes. A sus 68 años, lleva grabada la pasión por Independiente y aclara entre risas que es hincha del “rojo”, no del “diablo”. La pelota lo acerca a su lejana Argentina y a los chicos que lo siguen. Y todavía patea tiros libres al arco como cuando tenía 20.
Promulga que su pensamiento para combatir la pobreza es y será disminuir todas las desigualdades e injusticias. Y que la felicidad está en saber compartir y “aprender a vivir la vida como un regalo y con alegría”.
Fuente: Buena Vibra
https://buenavibra.es/entretodos/solidaridad/llego-a-la-argentina-el-padre-opeka-el-cura-gringo-que-logro-sacar-500-000-personas-de-la-pobreza-extrema/
Las Abraza Àrboles...
¿Sabías que?
Las "abraza árboles" fue un movimiento femenino de las campesinas de los Himalaya en territorio hindú que en los años 70 defendían la naturaleza. Las de la foto fueron las primeras.
En 1974 el Departamento de Montes de la India anunció la subasta de 2.500 árboles en el bosque de Reni, junto al río Alaknanda. Gaura Devi organizó la resistencia no violenta de las mujeres de Lata, su aldea, que encadenadas con sus brazos a los árboles prendieron la chispa del movimiento Chipko. La empresa de deportes Simon Company tuvo que retirarse y, posteriormente, el Gobierno prohibió la tala durante 10 años.
El movimiento Chipko gritó al mundo que los árboles, los ríos y los bosques no son simples recursos que podamos extraer a nuestro antojo y beneficio.
Compartido por Sandra Mónica López
Por cada árbol talado, árbol sembrado...
Por cada árbol talado,
árbol sembrado.
Por cada bosque quemado,
bosque repoblado,
por cada lágrima, mil risas,
por cada herida, un abrazo.
Que se abran los corazones y las manos,
que se rompan las aceras
y se hundan los muros humanos
¡ que se mueran todos los miedos!
Y nazcan de nuestros desiertos
brotes nuevos de esperanza,
flores rebeldes de Libertad.
Sigamos caminando, corazón,
sigamos caminando,
que la vida es muy corta
y el camino muy largo...
Ada Luz Márquez 🦅
El dolor, como afrontarlo...
"Abuela, ¿como se afronta el dolor?"
Con las manos, cariño. Si lo haces con la mente, en lugar de aliviar el dolor, éste se endurece aún más.
¿Con las manos abuela?
Si, nuestras manos son las antenas de nuestra alma.
Si las mueves tejiendo, cocinando, pintando, jugando o hundiéndolas en la tierra, envías señales de cuidado a la parte más profunda de tí. Y tú alma se ilumina, porque le estás prestando atención.
Entonces las señales del dolor ya no serán necesarias.
¿Las manos son realmente tan importantes?
Si hija mía, piensa en los bebés, comienzan a conocer el mundo, gracias al toque de sus pequeñas manos.
Si miras las manos de los viejos, te cuentan más sobre su vida que cualquier otra parte del cuerpo.
Todo lo que se hace a mano, se dice que está hecho con el alma. Porque es realmente así, las manos y el alma están conectados.
Piensa en los amantes, cuando se tocan las manos, hacen el amor de una manera sublime.
Mis manos abuela... ¡Cuánto tiempo no las he usado así!
Muévelas mi amor, comienza a crear con ellas y todo dentro de ti se moverá.
El dolor no pasará.
Y en cambio lo que hagas con ellas, se convertirá en la obra maestra más hermosa.
Y ya no dolerá más.
Porque habrás sido capaz de transformar su esencia.
Elena Bernabe
del muro de SanArte
Cultivos hidropónicos como una alternativa viable en Misiones (Argentina)
Los cultivos hidropónicos se posicionan como una opción viable en Misiones para los productores.
Es que este sistema, denominado sin suelo, permite mantener una producción continua durante todo el año. Además genera plantas con un aroma intenso y aspecto saludable.
Ivana Matvichuk, emprendedora de “Raiza Cultivos Hidropónicos”, habló con FM 89.3 Santa María de las Misiones acerca de los beneficios de este método que ganó muchos adeptos en la provincia.
“La producción hidropónica es plantar en agua, no estamos utilizando suelo como se hace normalmente, usamos caños donde pasa una lámina finita de agua con nutrientes, nosotros preparamos los nutrientes y hacemos la mezcla necesaria para darle de comer a las plantas en reemplazo de lo que les da el suelo”, detalló.
Este sistema hace que las plantas crezcan más con un aspecto más saludable, más perfectas y fuertes, gracias a que las hojas no tienen que buscar los nutrientes en el suelo. “Las plantas que son aromáticas tienen un sabor más intenso y las lechugas son más verdes, más crocantes, tienen una textura distinta a las que crecen en la tierra”, destacó.
Comentó que sus productos se venden con raíz, de esta manera al ponerse en un recipiente con agua en la heladera se pueden conservar hasta una semana.
Asimismo, Matvichuk enfatizó que “el circuito de caños hace que el agua caiga por gravedad”, por ende “circula todo el tiempo durante todo el día alimentando a las plantas sin pérdidas”.
“Nosotros utilizamos 80% menos de agua que un sistema convencional de tierra”, precisó.
Además manifestó que “se usan productos orgánicos y repelentes naturales para prevenir sobre todo la aparición de insectos voladores”.
Apreció también que la hidroponía conviene económicamente “porque tenemos producción continua todo el año, y al estar cubierta, por más que haga 3 o 30 grados centígrados”.
“Al darle todo el tiempo agua con nutrientes no tenemos que esperar a que llueva o regar”, expresó.
Ivana Matvichuk, diseñadora gráfica de profesión, comentó que junto a su pareja y compañero de negocios, Hugo Herrera, siempre trabajaron en proyectos para generar ingresos extras.
La idea principal del par consistía en la elaboración de kits de cultivo hidropónico para el hogar, aunque esta idea tuvo que esperar ya que “era muy difícil conseguir los insumos a pequeña escala”.
“Cada nutriente, como el calcio, viene en bolsas de 25 kilos y para una producción chica se usa como mucho un kilo por mes entonces decidimos hacer una producción a gran escala”, recordó. Aunque no descartó retomar este proyecto inicial debido a que ahora se encargan de producir sus propios insumos.
Principios elementales
El sistema hidropónico de producción posibilita que las raíces de las plantas no se encuentren establecidas en el suelo, sino en un sustrato o en una solución nutritiva. En esta última, como su nombre dice, se encuentran disueltos los elementos necesarios para el crecimiento de la planta.
La hidroponía, ha sido muy usada para la investigación en el campo de la nutrición mineral de las plantas, además de ser hoy en día el método de producción hortícola más intensivo. Generalmente este sistema de producción es de alta tecnología, con una fuerte inversión de capital, por lo cual es aplicada exitosamente en países desarrollados.
Fuente: Diario Primera Edición (Posadas-Misiones) - 29 de Agosto de 2020.
sábado, 29 de agosto de 2020
29 de Agosto: Día de Lenguas de Señas Argentina
La Lengua de Señas Argentina (LSA) es la lengua natural de la Comunidad Sorda Argentina y no es universal.
Es decir, cada país posee su propia lengua de señas que los sordos adquieren naturalmente y sin esfuerzo, transmitiéndose de generación en generación de adultos a niños.
Su característica más sorprendente es la de utilizar un canal de transmisión (modalidad) alternativo, en lugar del canal fónico-auditivo que usan las lenguas habladas, utiliza el canal viso-gestual, es decir en reemplazo de la voz, emite mediante gestos y es percibida por la vista sin requerir del oído.
En la lengua de Señas cada seña equivale al significado de una palabra y a veces hasta de una oración completa. Tampoco es la representación señada de la lengua hablada, sino que tiene su propia gramática, de modo que no se puede señar y hablar al mismo tiempo. Al tratarse de una lengua polisintética, permite producir múltiples aspectos de la información simultáneamente.
Compartido por David Españon
29 de Agosto - Día del Árbol
Los árboles son una de las tantas formas bellas y poéticas en que se expresa la maravilla de la creación, bajo la forma de la Madre Naturaleza. Cumplen muchos roles en diferentes formas dentro de la sincronía y el orden divino. Desde siempre, tanto en el folklore, la cultura popular, como en las tradiciones de los pueblos antiguas, han sido compañeros inseparables de mitos, fábulas, cuentos y leyendas.
Como consecuencia del estilo desconectado e individualista propio de la vida moderna, es que hemos ido perdiendo las capacidades de conexión con el mundo de la magia y el misterio, tan característico e inherente de la vida de los bosques. Así como también, nos hemos ido alejando de las facultades de la intuición, la imaginación y la poesía, que son los instrumentos que nos permiten la entrada al amplio mundo de los sueños, el encanto y el misterio.
Desde ese punto de vista, acercarse a los árboles y aprender de ellos nos hace mucho bien. Darnos un tiempo para observar y abrazar a los árboles, es abrazar toda la sabiduría, la fuerza, el poder y la gran medicina que hay en ellos. De la misma manera, es muy probable que nos conecte en forma natural con nuestra propia sensibilidad, y con la forma en que percibimos el mundo y sus diferentes dimensiones o realidades.
Simbólicamente, el abrazar a los árboles, también lo podemos ver como un puente entre el mundo propio de la razón y el intelecto y la senda profunda del corazón. Luego de la fusión de ambas miradas, ya no será tan difícil el volver a maravillarnos con el vuelo de las
mariposas, el canto de los grillos, el murmuro de los ríos, o con el secreto escondido en la forma cambiante de las nubes arreboladas.
Uno de los objetivos mayores en la vida del ser humano, es el de logran integrar en forma correcta los diferentes aspectos de la personalidad. Para lo cual, la naturaleza y los árboles nos pueden entregar su sabia maestría y así ayudarnos a progresar en nuestro camino de refinamiento y evolución personal.
Abrazar a los árboles, es como abrazarnos a nosotros mismos, puesto que ellos son parte nuestra, y nosotros somos parte de ellos. La Naturaleza es nuestra madre, y mientras mayor integración logremos con ella, mayor integración lograremos con la magia y el misterio de nuestra propia naturaleza.
Águila Blanca Andina
Come
Los Kombai, el Pueblo Árbol
Los Kombai, viven en la copa de los árboles, tribu no contactada.
Los pueblos indígenas aislados no son atrasados, primitivos ni “de la Edad de Piedra”, que es el pensamiento predominante del Gobierno indonesio, que gobierna en Papúa Occidental.
Entre otras habilidades y modos de vida de enorme valor, tienen un conocimiento único de su medio ambiente, especialmente de las plantas y los animales.
Su diversidad nos muestra la viabilidad de otras formas de vida.
Los densos bosques de Papúa son un rico y complejo mosaico de diferentes grupos tribales. Lejos de la costa, en las estribaciones de la sierra, donde visto desde el aire parece un inmenso y esteril frondoso bosque vacio, viven los asombrosos Kombai, tribu que ha permanecido oculta al mundo exterior durante generaciones, donde antiguas formas de vida han existido como cazadores y recolectores.
Alrededor de 250 idiomas se hablan en Papúa. La mayoría de los grupos que componen cada idioma, es hablado tan sólo por unos cientos de personas, y algunos han sido contactados por el mundo exterior sólo muy recientemente.
Hay más o menos 4000 miembros de la tribu Kombai, la mayoría de los cuales viven en ambientes familiares aislados, en casas de árbol. Son tremendamente necesarias en especial para las inundaciones que se producen durante las fuertes lluvias de primavera, así como para ofrecer protección en tiempos de conflicto.
El Kombai son típicos cazadores-recolectores. Los hombres cazan una gran variedad de presas incluyendo jabalies, utilizando arcos y flechas y valiendose de unos adiestrados perros rastreadores. Los jabalies son domesticados para uso ritual de ofrenda a los Dioses.
Parece ser que el canibalismo sigue siendo practicado por los Kombai, pero llevado como forma de castigo tribal, sólo los hombres identificados como brujos por las comunidades, conocidos como los Khakhua Kumu-“o los hombres que practican la brujería”, han de ser muertos y posteriormente comidos. Existen restos de canibalismo de los supuestos brujos, en los alrededores del pueblo.
Como el alma se cree que se encuentran en el cerebro y en el estómago, la retribución viene por comer los órganos de la Khakhua-Kumu, para llevar el terror a su fin.
Otras tradiciones incluyen la perforación de sus narices con una espina. A veces, los ojos de los murciélagos también se utilizan para esta ornamentación, especialmente por las mujeres.
Los hombres en cambio presumen de su enorme capacidad para asimilar el dolor con retorcimientos de sus penes para luego ser envueltos por unas hojas.
Papua se sienta en ricos yacimientos de oro y cobre. Enormes yacimientos que incluyen la segunda mina más grande de mundo de cobre, en Freeport McMoRan,toda esta riqueza ha aportado beneficios a Indonesia, pero poco de los beneficios se quedan en Papua.
Nueva Guinea es un foco de la política. La minería, la tala de árboles, los conflictos tribales, las atrocidades de los militares indonesios, los comerciantes sin escrúpulos y la limpieza étnica, esta consiguiendo que dentro de 20 años, sólo sea historia la fascinante tribu del pueblo árbol.
Fuentes: Israel Martinez Bayona en Grupo Diversidad Cultural Indìgena
El baúl de Josete - Historias de Ayer, Hoy y quizàs Mañana.
https://elbauldejosete.wordpress.com/2008/10/01/el-pueblo-arbol/
Fotografìas: George Steinmetz
viernes, 28 de agosto de 2020
Un 28 de Agosto de 1963 Martin Luther King expresó: "Tengo un sueño"
Con su discurso Martin Luther King extendería por Estados Unidos la conciencia pública sobre los derechos civiles.
El 28 de agosto de 1963 tuvo lugar, en la capital estadounidense de Washington, la "Marcha de derechos civiles", donde el activista Martin Luther King dio un discurso, ante más de 200 mil personas, en el que enfatizó la frase: "Tengo un sueño".
Al dar su discurso, King se consolidó como uno de los más grandes oradores de la historia estadounidense. Comenzó hablando de la Proclamación de Emancipación que había sido firmada hacía cien años (1863), y de cómo todavía existía la segregación a pesar de lo que ese y otros documentos históricos de su país prometían.
Hizo hincapié en que ese era el momento para hacer el cambio. Pidió justicia y cambio, y afirmaba que era el comienzo de la lucha, aunque descartaba la violencia como medio.
Describió el padecimiento de la raza negra en ese momento con ejemplo contundentes y les pidió a todos que sigan luchando por sus ideales.
Su discurso completo
«Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy en la que quedará como la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestra nación. Hace cien años, un gran americano, cuya sombra simbólica nos cobija, firmó la Proclama de Emancipación. Este importante decreto se convirtió en un gran faro de esperanza para millones de esclavos negros que fueron cocinados en las llamas de la injusticia. Llegó como un amanecer de alegría para terminar la larga noche del cautiverio. Pero 100 años después debemos enfrentar el hecho trágico de que el negro aún no es libre. Cien años después, la vida del negro es todavía minada por los grilletes de la discriminación. Cien años después, el negro vive en una solitaria isla de pobreza en medio de un vasto océano de prosperidad material. Cien años después, el negro todavía languidece en los rincones de la sociedad estadounidense y se encuentra a sí mismo exiliado en su propia tierra.
Y así hemos venido aquí hoy para dramatizar una condición extrema. En cierto sentido, llegamos a la capital de nuestra nación para cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y la Declaración de Independencia, firmaban una promisoria nota de la que todo estadounidense sería heredero. Esa nota era una promesa de que todos los hombres tendrían garantizados los derechos inalienables de 'vida, libertad y búsqueda de la felicidad'. Es obvio hoy que Estados Unidos ha fallado en su promesa en lo que respecta a sus ciudadanos de color. En vez de honrar su obligación sagrada, Estados Unidos dio al negro un cheque sin valor que fue devuelto con el sello de 'fondos insuficientes'. Pero nos rehusamos a creer que el banco de la justicia está quebrado. Nos rehusamos a creer que no hay fondos en los grandes depósitos de oportunidad en esta nación. Por eso hemos venido a cobrar ese cheque, un cheque que nos dará las riquezas de la libertad y la seguridad de la justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado para recordarle a Estados Unidos la urgencia feroz del ahora. Este no es tiempo para entrar en el lujo del enfriamiento o para tomar la droga tranquilizadora del gradualismo. Ahora es el tiempo de elevarnos del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el iluminado camino de la justicia racial. Ahora es el tiempo de elevar nuestra nación de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la sólida roca de la hermandad. Ahora es el tiempo de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento. Este sofocante verano del legítimo descontento del negro no terminará hasta que venga un otoño revitalizador de libertad e igualdad. 1963 no es un fin, sino un principio. Aquellos que piensan que el negro sólo necesita evacuar su frustración y que ahora permanecerá contento, tendrán un rudo despertar si la nación regresa a su rutina.
No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que el negro tenga garantizados sus derechos de ciudadano. Los remolinos de la revuelta continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que emerja el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi gente, que aguarda en el cálido umbral que lleva al palacio de la justicia: en el proceso de ganar nuestro justo lugar no deberemos ser culpables de hechos erróneos. No saciemos nuestra sed de libertad tomando de la copa de la amargura y el odio. Siempre debemos conducir nuestra lucha en el elevado plano de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas de la resistencia a la fuerza física con la fuerza del alma. Esta nueva militancia maravillosa que ha abrazado a la comunidad negra no debe conducir a la desconfianza de los blancos, ya que muchos de nuestros hermanos blancos, como lo demuestra su presencia aquí hoy, se han dado cuenta de que su destino está atado al nuestro. Se han dado cuenta de que su libertad está ligada inextricablemente a nuestra libertad. No podemos caminar solos. Y a medida que caminemos, debemos hacernos la promesa de marchar siempre hacia el frente. No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los que luchan por los derechos civiles: '¿Cuándo quedarán satisfechos?' Nunca estaremos satisfechos mientras el negro sea víctima de los inimaginables horrores de la brutalidad policial. Nunca estaremos satisfechos en tanto nuestros cuerpos, pesados por la fatiga del viaje, no puedan acceder a un alojamiento en los moteles de las carreteras y los hoteles de las ciudades. No estaremos satisfechos mientras la movilidad básica del negro sea de un gueto pequeño a uno más grande. Nunca estaremos satisfechos mientras a nuestros hijos les sea arrancado su ser y robada su dignidad con carteles que rezan: 'Solamente para blancos'. No podemos estar satisfechos y no estaremos satisfechos en tanto un negro de Mississippi no pueda votar y un negro en Nueva York crea que no tiene nada por qué votar. No, no estamos satisfechos, y no estaremos satisfechos hasta que la justicia nos caiga como una catarata y el bien como un torrente.
No olvido que muchos de ustedes están aquí tras pasar por grandes pruebas y tribulaciones. Algunos de ustedes acaban de salir de celdas angostas. Algunos de ustedes llegaron desde zonas donde su búsqueda de libertad los ha dejado golpeados por las tormentas de la persecución y sacudidos por los vientos de la brutalidad policial. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen su trabajo con la fe de que el sufrimiento sin recompensa asegura la redención. Vuelvan a Mississippi, vuelvan a Alabama, regresen a Georgia, a Louisiana, a las zonas pobres y guetos de las ciudades norteñas, con la sabiduría de que, de alguna forma, esta situación puede ser y será cambiada. No nos deleitemos en el valle de la desesperación. Les digo a ustedes hoy, mis amigos, que pese a todas las dificultades y frustraciones del momento, yo todavía tengo un sueño. Es un sueño arraigado profundamente en el sueño americano.
Yo tengo un sueño de que un día esta nación se elevará y vivirá el verdadero significado de su credo: 'Creemos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales'.
Yo tengo el sueño de que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad.
Yo tengo el sueño de que un día incluso el estado de Mississippi, un estado desierto, sofocado por el calor de la injusticia y la opresión, será transformado en un oasis de libertad y justicia.
Yo tengo el sueño de que mis cuatro hijos pequeños vivirán un día en una nación donde no serán juzgados por el color de su piel sino por el contenido de su carácter. ¡Yo tengo un sueño hoy!
Yo tengo el sueño de que un día, allá en Alabama, con sus racistas despiadados, con un gobernador cuyos labios gotean con las palabras de la interposición y la anulación; un día allí mismo en Alabama, pequeños niños negros y pequeñas niñas negras serán capaces de unir sus manos con pequeños niños blancos y niñas blancas como hermanos y hermanas. ¡Yo tengo un sueño hoy!
Yo tengo el sueño de que un día cada valle será exaltado, cada colina y montaña será bajada, los sitios escarpados serán aplanados y los sitios sinuosos serán enderezados, y que la gloria del Señor será revelada y toda la carne la verá al unísono. Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la que regresaré al sur. Con esta fe seremos capaces de esculpir en la montaña de la desesperación una piedra de esperanza. Con esta fe seremos capaces de transformar las discordancias de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad. Con esta fe seremos capaces de trabajar juntos, de rezar juntos, de luchar juntos, de ir a prisión juntos, de luchar por nuestra libertad juntos, con la certeza de que un día seremos libres.
Este será el día, este será el día en que todos los niños de Dios serán capaces de cantar con un nuevo significado: 'Mi país, dulce tierra de libertad, sobre ti canto. Tierra donde mis padres murieron, tierra del orgullo del peregrino, desde cada ladera, dejen resonar la libertad'. Y si Estados Unidos va a convertirse en una gran nación, esto debe convertirse en realidad. Entonces dejen resonar la libertad desde las prodigiosas cumbres de Nueva Hampshire. Dejen resonar la libertad desde las grandes montañas de Nueva York. Dejen resonar la libertad desde los Alleghenies de Pennsylvania. Dejen resonar la libertad desde los picos nevados de Colorado. Dejen resonar la libertad desde los curvados picos de California. Dejen resonar la libertad desde las montañas de piedra de Georgia. ¡Dejen resonar la libertad de la montaña Lookout de Tennessee. Dejen resonar la libertad desde cada colina y cada montaña de Mississippi, desde cada ladera, dejen resonar la libertad! Y cuando esto ocurra, cuando dejemos resonar la libertad, cuando la dejemos resonar desde cada pueblo y cada caserío, desde cada estado y cada ciudad, seremos capaces de apresurar la llegada de ese día en que todos los hijos de Dios, hombres negros y hombres blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, serán capaces de unir sus manos y cantar las palabras de un viejo espiritual negro: '¡Por fin somos libres! ¡Por fin somos libres! Gracias a Dios todopoderoso, ¡por fin somos libres!'».