martes, 23 de enero de 2018

El mensaje sagrado de los inkas: carta abierta al Papa Francisco




Este es un mensaje que debe ser escuchado y puesto en el corazón de cada hijo e hija de los pueblos y naciones del Tawantinsuyu

Wayqechay Chaski: en tus manos encomiendo este Willka willakuy, es importante que llegue a las manos de todos los kurakas, llaqta humalleqkuna, llaqta kamacheqkuna de todos los rincones del Tawantinsuyu. Este es un mensaje que debe ser escuchado y puesto en el corazón de cada hijo e hija de los pueblos y naciones del Tawantinsuyu.

Bienvenido papa Francisco. Padre espiritual de los feligreses católicos. El hecho de que lo va a recibir la gente católica, no significa que todos lo van a recibir, los Hijos e hijas verdaderos del Tawantinsuyu sentimos malestar a causa de su presencia en nuestras tierras.

No se sorprenda que los descendientes Estamos Presentes aquí, quienes hemos sufrido los peores crímenes de lesa humanidad y algunos siguen sufriendo más de 490 años, desde la invasión, imposición y continuidad del colonialismo, precisamente bajo co-responsabilidad de su jerarquía eclesiástica y en virtud de un documento político-religioso que legitimaba el robo de nuestras tierras, la extirpación de idolatrías y la santa Inquisición en contra de nuestros hermanos (as) y estas tierras; le estemos dando la bienvenida…. Una vez más, pese a todo y sin medias palabras ni cartas escondidas.

Acuérdese bien que Nuestro padre amado Atawallpa, les dio la Bienvenida en Cajamarca, aun sabiendo que un destino oscuro se cernía sobre nuestras tierras, por causa de su visita, que no tenía ninguna intención de ser temporal. La conducta de Pizarro y el sacerdote Valverde ejemplifica la manera en que la felonía se instauraba para quedarse por largo tiempo.

Esa bienvenida de entonces, no era ingenuidad ni oportunismo político, y tampoco lo es ahora. Es parte de nuestro esencial modo de vida en tanto runas (o seres humanos) y corresponde también a una necesitad anterior y actual de abrir el camino a la conversación entre hermanos distanciados, pues en tanto hijos del Sol y la Pachamama, estamos en la responsabilidad de conversar y armonizarnos. Este es un mandato sagrado para nosotros y según sus propias creencias, entendemos que también es un mandato sagrado para ustedes los cristianos.

Nuestras palabras no surgen del vacío o la ilusión estéril sino de nuestra experiencia vital de haber logrado integrar y asimilar dentro de nuestras tierras y nuestras familias, a varias generaciones de hijos de europeos que, por haber mantenido una actitud más coherente a su humanidad, son ahora parte de nuestra familia y han logrado entender lo que significa vivir en armonía. Aunque para ustedes les parezca imposible, nosotros sí perdonamos a quienes nos agredieron, porque sabemos que solo actuaban como carne de cañón de voluntades nefastas.

Nosotros no éramos pueblos de ladrones y el Tawantinsuyu tampoco fue un imperio como deliberadamente han mentido los historiadores colonialistas. Ustedes nos empujaron a convertirnos en guerreros, por el instinto humano fundamental de la supervivencia, pero esa es una circunstancia de nuestra experiencia histórica, no una característica fatal de nuestro ser. Si en verdad hubiésemos sido pueblos guerreros y el Tawantinsuyo un imperio, tenga la seguridad que la historia hubiera seguido un curso inverso y tal vez hubiéramos aniquilado muchos de sus pueblos, como lo han hechos todos los imperios en su historia europea.

En este momento de nuestra historia, estamos viviendo ya Pachakutiy (que en lenguaje simple entendible por los cristianos seria: El retorno de la Vida) y así mismo el cumplimiento de nuestras propias profecías del Inkariy (El caminar del Inka), y así como Atawallpa no tenía la capacidad ni posibilidad de modificar los acontecimientos fatales de entonces, tampoco ustedes tienen la capacidad ni posibilidad de impedir los acontecimientos del presente en nuestras tierras Tawantinsuyanas y otras tierras del continente. La restauración del Tawantinsuyu es un proceso vital justo y necesario que ya se está dando y no habrá nada ni nadie que pueda impedirlo, debido a que nosotros somos guiados por ciclos llamados Intiq Kutiuynin cada 1,000 años y Pachakutiy cada 500 años, nuestros sabios ancestros ya nos comunicaron sobre el paso por el Tuta Pachakutiy época de oscuridad) y ahora salimos al K’anchaq Pachakutiy, (época de luz dorada de los hijos del sol).

Pero tanto usted, en tanto padre de los cristianos católicos, como nosotros Inkas sembradores de este tiempo, estamos ante la responsabilidad histórica de proceder en concordancia con nuestros respectivos mandatos sagrados, con el fin de restañar las heridas y rectificar comportamientos históricamente errados. Esto abriría el camino de una verdadera reconciliación entre seres humanos.

En esta perspectiva inmediata, no queremos que pidan un perdón demagógico a nuestros pueblos, para después seguir la misma historia. Si son capaces de pedir perdón por todo lo que hicieron sus ancestros y lo que aún están haciendo hoy en día, lo que se necesita es que dejen de hacer lo que están haciendo, que se acabe de una vez el comportamiento invasor y colonialista.

En esa perspectiva, solo le pedimos algo que está en sus manos realizarlo y es: declarar nulo de toda nulidad, a las bulas del papa Alejandro VI, del año 1493, Con las que se legitimó el robo de nuestras tierras. La idea que, en virtud de la influencia católica, el papa de Roma reparta continentes enteros para que puedan ser saqueados por España y Portugal, no tenía ningún asidero religioso ni espiritual entonces, y menos ahora, por lo tanto, la oportunidad histórica para reivindicar una coherencia religiosa, es enteramente suya. Nosotros no dependemos de esa Bula para existir, pero sí ustedes de su anulación, para abrir el camino a una sana conversación entre seres humanos, como hermanos.

Así, Usted habría puesto un granito de arena valioso en aras de la reconciliación de los pueblos. Nosotros somos naciones de profunda espiritualidad, no somos religiosos, pero conocemos al apu yaya teqsi wiraqocha y estamos en armonía con los principios cósmicos de Sumaq Kawsay expresados en vida agradable y bella, y nuestros códigos sagrados: Allin Kay (El buen Ser), Allin Yachay (El buen saber), Allin Munay (Amor del bien), Allin Llamkay (el buen obrar), el Ayni (la sagrada reciprocidad, entre otros). Y estamos trabajando por una reconciliación verdadera.

Ya se burlaron de nosotros con palabras vacías al pedir perdón sin cambiar nada su comportamiento. No querido Papa, las mentiras no reconcilian. Solo la verdad nos abrirá el camino de luz en el que los seres humanos podremos volver a construir una vida en Allin Kawsay con armonía y alegría.
Tawantinsuyu, Quinto Sol 525 (15 de Enero del 2018)
Qollasuyu, Kunti suyu, Chinchay suyu, Anti suyu
Por Musuq Tawantinsuyu (Qosqo) 

Fuente
El Orejiverde – 19 de Enero de 2.018

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