martes, 30 de enero de 2018

Amaré...



¿Y cómo lo haré?

De aquí en adelante contemplaré todas las cosas con amor y naceré de nuevo.

Amaré al sol porque me calienta los huesos; pero también amaré la lluvia porque purifica mi espíritu.

Amaré la luz porque me señala el camino; pero también amaré la oscuridad porque me enseña las estrellas.

Acogeré la felicidad porque engrandece mi corazón; pero también soportaré la tristeza porque descubre mi alma.

Reconoceré la recompensa porque constituye mi pago; pero también daré acogida a los obstáculos porque constituyen para mí un desafío.

Saludaré este día con amor en mi corazón.


Amaré a todas las clases de hombres porque cada uno tiene cualidades dignas de ser admiradas aunque quizá estén ocultas.

Derribaré la muralla de sospecha y de odio que han construido alrededor de sus corazones, y en su lugar edificaré puentes para llegar por ellos a sus almas.

Amaré al que tiene ambiciones porque podrá inspirarme; amaré a los que han fracasado porque pueden enseñarme.

Amaré a los reyes porque son solo humanos; amaré a los humildes porque son divinos.

Amaré a los ricos porque sufren la soledad; amaré a los pobres porque son tantos.

 Amaré a los jóvenes por la fe a que se aferran; amaré a los ancianos por la, sabiduría que comparten.

Amaré a los hermosos por sus ojos de tristeza; amaré a los feos por sus almas saturadas de paz.

Og Mandino
Compartido por Teresita Seminara

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