El Día Internacional de
las Defensoras de Derechos Humanos y de quienes trabajan por los derechos
humanos de las mujeres se conmemora el 29 de noviembre y está dedicado al
reconocimiento de las mujeres que, a título individual o colectivo, trabajan
para hacer realidad los derechos recogidos en la Declaración Universal de los
Derechos Humanos y en las diversas normas que la desarrollan.
La situación es
especialmente complicada según especialistas del Consejo de Derechos Humanos de
la ONU para aquellas mujeres defensoras que denuncian la violencia contra las
mujeres, en particular en las zonas rurales o semi-urbanas, las que denuncian
devastación ambiental por proyectos extractivos, las que trabajan por los
derechos a la salud reproductiva, a las que son estigmatizadas socialmente por
su etnia, discapacidad, edad o preferencia sexual y las que se encuentran en
territorios en situación de guerra o con presencia militar o en territorios
controlados por grupos del crimen organizado.
En 1998 se celebró en
París la Cumbre de Defensores de los Derechos Humanos, una reunión en la que se
denunció los peligros a los que se enfrentaban las personas defensoras de los
Derechos Humanos en general y logró la atención internacional. El 9 de diciembre del mismo año la Asamblea General de la ONU aprobó la primera
declaración en la que se reconoció el papel clave de las personas que se
dedican a la defensa de los derechos humanos y la necesidad de garantizar su
protección.
En 2003 durante una
consulta regional organizada por el Foro de Asia y Oceanía sobre Mujeres,
Derecho y Desarrollo (APWLD), Amnistía Internacional (AI) e
International Women’s Rights Action Watch - Asia Pacific (IWRAW-AP) trataron
con Hina Jilani, Representante Especial del Secretario General de Naciones
Unidas sobre la situación de las personas defensoras de Derechos
Humanos la situación específica de las mujeres. Una de las principales
recomendaciones formuladas fue que se llevara a cabo una consulta internacional
que llamara la atención sobre las violaciones de derechos humanos que sufren
las defensoras de los derechos humanos debido a su género y a las cuestiones de
género que propugnan.
En abril de 2004 varios
grupos de mujeres y organizaciones de defensa de derechos humanos interesadas
en trabajar en cuestiones relativas a las defensoras de los derechos humanos se
reunieron en Ginebra y formaron el Comité Internacional de
Coordinación de la Campaña Internacional sobre Mujeres Defensoras de Derechos
Humanos. Entre las organizaciones que forman parte de esta campaña están: Amnistía
Internacional, Foro de Asia y Oceanía sobre Mujeres, Derecho y Desarrollo
(APWLD); Centro para el Liderazgo Mundial de las Mujeres (CWGL); Forum Asia;
Front Line; Inform; Comisión Internacional de los Derechos Humanos para Gays y
Lesbianas (IGLHRC); Servicio Internacional para los Derechos Humanos (ISHR);
ISIS Intercambio Intercultural Internacional de las Mujeres (ISIS-WICCE);
Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la
Mujer (CLADEM); Mujeres bajo Leyes Musulmanas (WLUML), y la Organización
Mundial contra la Tortura (OMCT).
Del 29 de noviembre al 2
de diciembre de 2005 se realizó en la ciudad de Colombo, Sri Lanka, la
“Consulta internacional sobre las Mujeres defensoras de derechos humanos”, este
comité internacional organizaron un encuentro que congregó a más de 200
activistas provenientes de 70 países. En uno de los discursos de
apertura, Hina Jilani, Representante Especial del Secretario General de
Naciones Unidas sobre la situación de las personas defensoras de Derechos
Humanos señaló la urgencia de identificar y considerar las circunstancias
especiales que afrontan las mujeres que trabajan en el ámbito de los derechos
humanos a fin de garantizar, reconocer y valorar su importante participación en
la lucha por los derechos humanos universales. Jilani ya reconoció la especial
vulnerabilidad de las defensoras de los derechos humanos a los ataques por su
desafío de las normas culturales sobre género, heterosexualidad y
feminidad en sus identidades y durante su trabajo de defensa.
En esta reunión de 2005 se
acordó establecer el 29 de noviembre como Día Internacional de
las Defensoras de Derechos Humanos. Se celebró por primera vez el 29 de
noviembre de 2006. En 2008 se creó formalmente la Coalición Internacional
de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos para secundar la campaña y
en 2013 la Asamblea General de la ONU aprobó una resolución en la que se
reconoce de manera específica la especial situación de las defensoras de
derechos humanos.
ONU: protección de las
defensoras
El 9 de diciembre de 1998
la Asamblea General de la ONU aprobó la Declaración sobre el
Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones de
Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales
Universalmente Reconocidos, conocida como Declaración sobre los Defensores
de los Derechos Humanos En esta declaración las
Naciones Unidas reconocieron la legitimidad de considerar la defensa de los
derechos humanos como un derecho en sí mismo y el papel decisivo que desempeñan
las personas activistas y la necesidad de garantizar su protección.Toda persona
tiene derecho, individual o colectivamente, a promover y procurar la protección
y realización de los derechos humanos y las libertades fundamentales en los
planos nacional e internacional señala el artículo 1 del anexo.
El 21 de marzo de 2013 en
la Resolución aprobada por el Consejo de Derechos Humanos 22/6. Protección de
los defensores de los derechos humanos se expresa la especial preocupación
por la discriminación y la violencia sistémicas y estructurales a que se
enfrentan las defensoras de los derechos humanos, y exhorta a los Estados a que
incorporen una perspectiva de género en sus esfuerzos por crear un
entorno seguro y propicio para la defensa de los derechos humanos;
Los
derechos y la situación de las defensoras de los derechos humanos fueron
reconocidas por primera vez por la Comisión de la Condición Jurídica y
Social de la Mujer en su 57ª sesión en 2013, instando a los gobiernos, en
colaboración con las entidades competentes del sistema de las Naciones Unidas,
las organizaciones internacionales y regionales, instituciones nacionales de
derechos humanos, las organizaciones de la sociedad civil, el sector privado,
las organizaciones de empleadores, los sindicatos, los medios de comunicación y
otros agentes competentes, a reforzar la aplicación de los marcos jurídicos y
normativos y la rendición de cuentas para eliminar la violencia contra las
mujeres y las niñas, específicamente mediante “Apoyar y proteger a quienes se
afanan por eliminar la violencia contra las mujeres, incluidas las defensoras
de los derechos
La primera resolución
adoptada por la Asamblea General de la ONU sobre las defensoras de derechos
humanos fue aprobada el 18 de diciembre de 2013 “Promoción de la Declaración
sobre el Derecho y el Deber de los Individuos, los Grupos y las Instituciones
de Promover y Proteger los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales Universalmente
Reconocidos: protección de las defensoras de los derechos humanos y los
defensores de los derechos de la mujer de la Asamblea General de la ONU”
(Resolución de defensoras).
Pronunciamiento
Hoy, 29 de
noviembre de 2017, Día Internacional de las Mujeres Defensoras de Derechos
Humanos, las más de mil defensoras que nos articulamos en la Iniciativa
Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras),
defensoras indígenas, negras, mestizas, lesbianas, trans, campesinas o urbanas,
adultas y jóvenes, diversas en todos los sentidos, que juntas nos encontramos
en el camino de la defensa de una vida digna para todas las personas, aunamos
nuestra voz para nombrar, primero, a aquellas que nos faltan. Si no están
ellas, no estamos todas.
Entre 2012 y 2016,
al menos 53 defensoras han sido asesinadas. En el mismo período, según nuestro Registro
Mesoamericano de Agresiones contra Defensoras, se han producido 3886 agresiones
contra mujeres defensoras. En su mayoría, 59% de casos, el responsable de estas
agresiones ha sido el Estado, incumpliendo con su obligación de garantizar la
seguridad y la protección de quienes defienden derechos humanos, incluso en
casos donde existían medidas de protección dictadas por la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) o por mecanismos nacionales de
protección. Los Estados también son responsables de que actores como los
monopolios empresariales, el crimen organizado o los fundamentalismos
religiosos sigan atacando, amenazando o difamando a las mujeres defensoras.
El autoritarismo y
el cierre de espacios democráticos, lejos de revertir, se expanden en la
mayoría de nuestros países, usando la violencia y la discriminación contra las
mujeres como mecanismo de control social. Las mujeres nos encontramos en una
posición de extrema vulnerabilidad en la que nuestros cuerpos y vidas son
objeto de todo tipo de violencias: el cada vez más agravado fenómeno de la
feminización de la pobreza, el despojo de las tierras, el espolio de bienes
naturales o comunitarios como el agua o la semillas, la explotación laboral, la
trata con fines de explotación sexual, las agresiones físicas, la desigualdad,
la imposición de roles y mandatos de género, la penalización del aborto y del
derecho a decidir sobre nuestros cuerpos y sexualidades, la violación, los
crímenes de odio o los femicidios, entre tantas otras. Por ello, al menos en
37% de las agresiones registradas contra las defensoras se ha identificado
algún componente de género, es decir, elementos de la agresión que se orientan
de manera directa y explícita al hecho de que la agredida sea mujer.
Estas violencias
que acabamos de describir también tienen lugar al interior de los propios
movimientos, organizaciones, comunidades y entornos familiares de las mujeres.
Se trata de violencias invisibilizadas, que cuesta salgan a la luz pública,
pues quedan opacadas tras pactos patriarcales de impunidad, que tienen
consecuencias profundas para las defensoras que las padecen, como el
aislamiento, la estigmatización o la imposibilidad de seguir desarrollando su
trabajo.
No obstante, frente
a ello, somos cada vez muchas más las mujeres que decidimos alzar la voz y
transgredir el mandato patriarcal que nos quiere sumisas, calladas y encerradas
en el hogar y que hemos entendido que sin la participación de las mujeres no
hay posibilidad de revertir este modelo patriarcal, racista, neoliberal y
extractivista que pone en riesgo la vida de todo el planeta.
Es por ello que las
defensoras nos cuidamos entre nosotras, protegemos nuestras respectivas luchas
y exigimos a los Estados protección.
Este 29 de
noviembre, hacemos un llamado:
A los Estados,
·
Que de acuerdo a estándares
internacionales como la Resolución de la Asamblea General de la ONU sobre
Protección de las Defensoras de los Derechos Humanos y las Personas Defensoras
de los Derechos de la Mujer, entre otros, implementen las políticas con
perspectiva de género adecuadas para garantizar el derecho a defender derechos
y la protección efectiva de las mujeres defensoras.
·
Que cumplan con los compromisos
adquiridos y vinculantes respecto a la protección de defensoras como son los
que se derivan del otorgamiento de medidas cautelares por parte de la CIDH o
las emitidas por los respectivos mecanismos nacionales de protección.
A las compañeras
defensoras, organizaciones, movimientos y otros actores del ámbito de los
derechos humanos,
·
Invitamos a conocer, implementar y
promover estrategias de protección integral feminista, basadas en la
autoprotección colectiva, el autocuidado y la incorporación de la perspectiva
de género, la igualdad, la no discriminación y la tolerancia cero hacia la
violencia patriarcal en todos sus protocolos, acciones y procesos
organizativos.
·
A continuar fortaleciendo las
alianzas, las complicidades y la rebeldía entre defensoras y a tejer redes
desde la alegría que nos permitan continuar desafiando este sistema que nos
quiere solas y sin esperanza.
“Las defensoras
nos cuidamos, construímos poder colectivo, exigimos protección”
#ProtecciónYa
#DefensorasNuncaSolas
#JuntasConstruímos
#ProtecciónIntegralFeminista
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