sábado, 19 de agosto de 2017

Escribir en Guaraní con el Alfabeto Braille


Escrito por el Profesor Jorge Román Gómez - El Kunumi
Director General del Ateneo de Lengua y Cultura Guarani del Paraguay en Corrientes Argentina

Motivado por la necesidad de llegar a la mayor cantidad de personas con la promoción y divulgación del idioma guaraní, y pensando en la inclusión, de igual modo como hoy en día la enfatizan tanto el ámbito de la educativo y en los distintos espacios sociales, es que me animé a realizar variaciones al Sistema Braille (alfabeto) y adaptarlo a la lectoescritura guaraní. Los invito a que se animen a ponerlo en práctica y así como decimos siempre convertir una vez más el guaraní en una lengua que esté al alcance de todos.

Las personas ciegas se ven privadas de infinidad de cosas, incluyendo la lectura y el acceso a información que nos alerta de lo que pasa alrededor. Es gracias al sistema Braille que los invidentes pueden acceder vía tacto a los que sus ojos le niegan.

El sistema Braille utiliza una serie de puntos en relieve que se interpretan como letras del alfabeto y es utilizado por las personas invidentes que aprendieron el método. La existencia del Braille, les abre todo un mundo a quienes poseen serias discapacidades visuales y, por si fuera poco, la tecnología integró el Braille a gadgets modernos.

El origen del sistema Braille
El año 1825, Louis Braille, un francés ciego tras un accidente en su niñez, se interesó en un sistema utilizado en unidades militares y que transmitía instrucciones mediante un código táctil a descifrar basado en puntos en relieve, con la idea de esconderlas del enemigo.

De entonces 13 años, Louis Braille se dedicó a simplificarlo, adaptándolo a las capacidades y necesidades de las personas ciegas, que lo utilizan no sólo para leer, sino también para escribir y realizarse en diferentes áreas del conocimiento.

El sistema Braille se basa en seis puntos que se distribuyen de diferentes formas, cayendo dentro de lo que se considera un sistema binario. No se trata de un idioma, sino que de un alfabeto reconocido de forma internacional, capaz de exponer letras, números y hasta signos, lo que le hace realmente completo.

Cada carácter está basado en seis puntos que se ordenan en dos hileras paralelas de tres. Según lo que quiera representar, ciertos puntos están en relieve y, al tocarlos, quien sabe interpretar Braille detecta a qué letra, número o signo corresponde.

Si bien el Braille es un alfabeto universal, existen pequeñas variaciones en cada idioma, añadiendo letras o reemplazándolas por otras, propias de cierta lengua. Alfabetos como el japonés y chino, combinan sonidos en caracteres Braille, ya que de por si se basan en símbolos.



Mayor accesibilidad
La masificación del Braille es tal que hoy podemos encontrar escritura Braille no sólo en textos creados para gente invidente, sino que también en billetes y ascensores. Las personas ciegas disponen de computadoras con teclados en braille, teléfonos móviles e impresoras, que transforman un texto a dicho alfabeto.

La enseñanza del Braille comienza desde muy temprana edad entre quienes nacieron ciegos y, los que se volvieron invidentes ya mayores, son capaces de aprenderlo rápidamente, siendo quizá la puerta de comunicación desde y para el mundo más importante, reemplazando el sentido de la vista con el del tacto de forma inteligente y ordenada.

Fuente El Kunumi Guaraní – Jorge Román Gomez


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