Todavía apuesto a la alegría. A la inocencia de los que obedecen, y a la
rebeldía de los que defienden. Al momento sagrado de los que aman, y a los que
oran por no dejar de creer
A los que riendo siguen llorando, y a los que olvidados siguen
recordando.
Todavía apuesto a una sonrisa. A los
timoratos que combaten las tristezas, y que con el vuelto del mandado, regalan
lo que no tienen.
A los chiquitos que se sienten gigantes, y a los inmensos que no
llegaran a serlo. A los nietos sin abuelos, y a los abuelos de la nada.
Si. Todavía sigo creyendo. En los que sin buscarlo encontraron, y
encontrando distribuyeron. En quienes sin tenerlo, ofrecieron, y al no
conseguirlo, compartieron. En los que hicieron religiosa la vida, y no
sometieron su vida a una religión.
Todavía pienso, que si los días se terminaran, le pediría al amanecer
que muriera conmigo, pero que no borrara de mis labios, mi anteúltima sonrisa,
que es mi mayor batalla, y mi última victoria.
Gabriel Velxio - Escritor argentino
Compartido por Teresita Seminara
Fotografia en Morro dos Cavalos (Brasil)
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