miércoles, 8 de febrero de 2017

Los guaraníes y el origen del fútbol: el 'manga ñembosarái'

La Universidad de Salamanca repasa el origen del fútbol en varios juegos de pelota que practicaban pueblos indígenas americanos.

Suele afirmarse, y así lo certifican los documentos oficiales, que el fútbol cobró carta de naturaleza en 1863, cuando los ingleses crearon la Football Association y registraron el reglamento del nuevo deporte. Sabido es también que hay que rastrear su origen en algunos juegos con pelota que practicaban pueblos indígenas americanos, como el  tlachtli de los aztecas, el pok ta pok de los mayas o el pasuckuakohowog de los sioux y otros aborígenes de Norteamérica, en el tsu chu de la antigua China, el kemari japonés y, más cerca de nuestro tiempo, en el gioco del calcio florentino, basado a su vez en el harpastum de los romanos, reglamentado en 1580 por el conde Giovanni de' Bardi y que parece estar en la génesis tanto del fútbol como del rugby. 


Pero es menos conocido el hecho de que el manga ñembosarái, un deporte practicado por los guaraníes, pueblo que ocupó un vasto territorio que se extendía desde el Amazonas hasta el Río de la Plata, reducido hoy a grupos aislados en zonas de Paraguay, Argentina, Bolivia y Brasil, pueda ser un antecedente más directo de nuestro deporte. Por cierto, el guaraní es uno de los pocos idiomas precolombinos que se sigue hablando, es cooficial en Paraguay y es la lengua en la que se comunican entre sí los jugadores de la selección paraguaya de fútbol: así se aseguran de que los contrarios, incluidos los equipos de países hispanohablantes, no los entienden cuando se dan instrucciones o preparan alguna estrategia. 

Las referencias al manga ñembosarái nos llegan por los jesuitas, que desde principios del siglo XVII, cuando se funda la misión de San Ignacio Guazú, la primera de Paraguay, dan cumplida noticia de este deporte en libros, diccionarios y en las cartas anuas, relaciones que enviaban a Roma todos los años. El jesuita catalán José Manuel Peramás relata en una de estas, fechada en 1732, el desarrollo del juego: 
Solían también jugar al balón, que, aun siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, una vez que lo golpeaban, seguía rebotando algún tiempo, sin pararse, impulsado por su propio peso. No lanzaban la pelota con las manos, como nosotros, sino con la parte superior del pie desnudo, pasándola y recibiéndola con gran agilidad y precisión”. 

Se nos explica también el alguno de estos textos cómo se fabricaba el balón: una bola de arena húmeda que se recubría con la resina, una especie de caucho, extraída de un árbol denominado mangaisi –de aquí el nombre del juego–. Después se hinchaba usando una paja o caña fina. Y hasta sabemos cuál era la equipación "oficial" de los jugadores: en una pintura setecentesca se muestra a los indígenas –camisa blanca y calzón negro, el uniforme con el que asistían a misa los domingos– jugando a la salida de la iglesia. 


El deporte, practicado solo por hombres, divididos en dos equipos, consistía, como cuenta muy bien Peramás, en mantener el mayor tiempo posible la posesión de la bola, que botaba mucho y era muy difícil de controlar. Había que recibirla y pasarla en el aire, sin dejarla caer. No había porterías ni nada parecido, ni se contaban puntos ni tiempo: los partidos se hacían eternos, porque finalizaban cuando uno de los equipos claudicaba por agotamiento. 
Podrá discutirse si los guaraníes inventaron el fútbol, pero lo que está claro es que el tiquitaca se lo debemos a ellos.

Escrito>Ulrich Perrey – Agencia EFE

La Liga (España) – 19 de Enero de 2.017

http://www.laliga.es/noticias/los-guaranies-y-el-origen-del-futbol-el-manga-nembosarai


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