jueves, 2 de febrero de 2017

Los Guaraní en Brasil: un pueblo sometido injustamente


Escrito>Zawchenka Acosta

El grupo originario Guaraní lleva años siendo oprimidos y desalojados de sus tierras de manera abrupta. Hoy en día tan solo queda los recuerdos de lo que fue la cultura Guaraní.

Las acciones que están acabando con este pueblo son tan solo un vivo ejemplo del atropella que sufren muchas comunidades originarias alrededor del mundo.

Los Guaraníes son una de las poblaciones originarias más numerosas de Brasil, que cuenta con alrededor de 50.000 individuos, los cuales se encuentran en constante incertidumbre y miedo de ser desalojados de sus tierras. Debido a que les han arrebatado cada centrípeto de sus suelos y hoy en día se encuentran arrinconados en tierras privadas o fiscales. Hasta ahora no hay un solo espacio de tierra en el cual puedan desarrollarse respetablemente como una comunidad indígena, ya que constantemente viven en peligro de desalojo.

Además, cuentan con el mayor número de casos suicidas, según el diario El País, que destacó que esta comunidad son “uno de los grupos con la tasa más alta de suicidios”. En el medio de información El País aseguró que han sido más de 1.000 los guaraníes hombres, mujeres y niños que se quitaron la vida en los últimos 20 años, “casi siempre de la misma forma: ahorcados en la rama de un árbol”, dijo.


De esta manera, los registros oficiales realizados por la Fundación Nacional de la Salud, son 410 los suicidios que se presentaron entre el 2000 al 2008 y muchos de los cuales han sido adolescentes.

La organización defensora de los derechos indígenas Survival International expresó que el caso más joven del cual han tenido registro, es el de un niño Guaraní de 9 años de edad.

Estos hechos son cada vez más lamentables, ya algunas de las razones que pueden impulsarlos a tomar estas decisiones, es el no sentirse parte de la sociedad, al presenciar y ser víctimas de tantos maltratos, y del hecho de no contar con un espacio físico donde puedan desarrollarse como personas. El suicidio es tan solo uno de los resultados de tanto maltrato en el país. Los guaranís acarrean las consecuencias del desalojo, la marginación, y los ataques de partes de terratenientes.
De acuerdo a declaraciones, este pueblo al ser desterrados de su suelo, suele mantenerse cerca de donde vivieron por si algún día deciden regresarlo. Ellos cuando son expulsados se instalan  a los bordes de la carretera más próxima al lugar que fue un día su hogar. Los Apika’i de Damiana son uno de estos casos, según el portavoz del pueblo, Tonico Benítez existen familias que “que llevan más de 30 años viviendo en las orillas de las calzadas”. Del mismo modo destacó que los guaraníes enfrentan un rechazo social, el cual los etiqueta de violentos, salvajes, invasores, ladrones y de hasta animales.

Benítez aseguró que hoy en día tiene que explicarles a muchas personas que ellos también son seres humanos, así le dijo al juez que le pregunto las diferencias entre ellos y  la sociedad, a lo que él respondió “Ustedes necesitan comer, necesitan dormir, ir al baño… Nosotros también” y añadió “ustedes tienen los recursos y nosotros no tenemos nada. Ustedes están financiados por el Gobierno, pese a que nosotros ya estábamos aquí cuando llegaron y nos lo robaron todo”.

Fuente>Segundo Enfoque – 2 de Febrero de 2.017

No hay comentarios:

Publicar un comentario