jueves, 12 de enero de 2017

Mujeres, grandes alquimistas


Abuela, me duele la panza…

- Mira, cierra los ojos; trae las estrellas del cielo a tus 

manos y con ellas frótate muy bien el estómago; 

cuando los abras, verás que el dolor se habrá ido. La 

abuela observa con ternura el fervor de su nieta al 

obedecer.

Es cierto, las mujeres somos grandes alquimistas. 

Podemos convertir lo ordinario en milagroso; ése es 

nuestro poder.




De: El Milagro

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