“A través de la artesanía también se difunde la
cultura viva que tenemos”, expresa Acosta,
cacique de la comunidad mbya guaraní Tavá Mirí de San Ignacio, quien este año resultó ganador del Concurso de Artesanías del Fondo Nacional de las Artes 2016 por su obra "Yaguareté".
“A través de la artesanía también se difunde la cultura viva
que tenemos”, expresa Germán Acosta, cacique de la comunidad Mbya Guaraní Tavá
Mirí de San Ignacio, quien este año resultó ganador del Concurso de Artesanías
del Fondo Nacional de las Artes 2016 por su obra Yaguareté.
El artesano de 31 años obtuvo el segundo premio en la
categoría Tradicional-Étnico en el rubro madera y fue a recibirlo en la Manzana
de las Luces de Buenos Aires, donde se exhibe su pieza.
Sorprendido ante la noticia de su nominación para el
Misionero del Año, Germán dijo ayer a El Territorio: “Me dejaste sin palabras.
Esto es un paso más para seguir reivindicando nuestra cultura. Es la primera
vez que está sucediendo y estoy muy contento. Sólo tengo agradecimientos”.
La artesanía ocupa un lugar esencial en la vida de Germán y
de sus compañeros. Es un arte milenario que se transmite de generación en generación
dentro la comunidad Mbya Guaraní. “Este es un trabajo que se hace durante
siglos y es para valorar porque es la primera vez en la historia que una pieza
Mbya Guaraní pasó a formar parte del Museo de las Bellas Artes. Como artesano,
no digo que soy el mejor de todos, pero amo lo que hago y estoy contento por
haber participado y salir premiado”, dice el joven.
Hoy la comunidad Tavá Mirí vive de la venta de artesanías,
sobre todo en la reducción jesuítica de San Ignacio o en Puerto Iguazú.
“Anteriormente se hacía y se quedaba en la comunidad, nada de salir a vender.
Pero después ya se comercializó y a través de la artesanía hacemos conocer el
trabajo de la cultura Mbya Guaraní”, cuenta Germán.
Para el 2017, el objetivo es publicar su segundo disco.
El desmonte es una preocupación constante entre los integrantes,
pero también el cacique habla de la necesidad de defender la lengua originaria.
Así reflexiona Germán: “Como comunidad yo miro a los más chicos y me preocupa
nuestra lengua. También les estoy enseñando sobre la tradición y la historia
Mbya Guaraní para que se den cuenta que no hay que perder la lengua madre”.
Fuente: Diario El Territorio – 1º de Diciembre de 2.016
Conocí a Germán cuanto todavía era un niño en Katupyry. Es una alegría hermosa saber de este premio a su dedicación y esfuerzo. Arriba Germán!
ResponderEliminar