El 80 por ciento del
territorio bonaerense -en 1816- perteneció a los pueblos originarios y siete de
sus grandes caciques respaldaron la lucha criolla contra la corona española,
afirmó el antropólogo Fernando Pepe.
El especialista,
presidente del Colectivo Guías (Grupo Universitario de Investigación en
Antropología Social), explicó que “en 1816 la provincia de Buenos Aires se
mantenía en lucha constante con los caudillos que gobernaban Córdoba; el sur de
Santa Fe, Entre Ríos, Corrientes y la Banda oriental, que sería invadida en
septiembre de 1816 por los portugueses; y al sur con las comunidades
originarias que se oponían al avance que se cernía sobre sus territorios
ancestrales”, detalló.
Pepe recordó que “en
el norte de Santa Fe y los actuales territorios de Chaco, Formosa y en todo el
este de Santiago del Estero las comunidades originarias Guaycurúes, Qom y
Pilagá resistirán en libertad hasta la llamada ‘Campaña al desierto verde’ de
1883”.
“La frontera
‘natural’ en el sur de la provincia de Buenos Aires era el río Salado y el
territorio al sur del Salado estaba ocupado por numerosas comunidades, en mayor
medida de los pueblos Ranquel, Mapuche y Tehuelche, que convivían entre ellos
de forma pacífica desde -por lo menos- 13.000 años”, precisó al recordar que
“el 80 por ciento del territorio bonaerense pertenecía a esos pueblos
originarios”.
“La frontera no se
extenderá mucho más hasta la década de 1820, y luego prácticamente no avanzó
sobre tierra adentro, lo hará muy lentamente y solo tendrá un avance importante
con el establecimiento de la zanja de Alsina entre 1876 y 77, hasta que
-finalmente- será eliminada con la campaña del general Roca de 1879, conocida
con el eufemismo de la ‘Conquista del Desierto”, afirmó.
El antropólogo
recordó que “los principales caciques de estos extensos territorios eran
Lincon, Currupilán, Quintelen, Victoriano, quienes en 1806 se ofrecieron para
luchar contra las invasiones inglesas. Luego, por la defensa de la revolución
contra la corona española lo hicieron los lonkos Epumer, Errepuento y
Turuñamquu”.
“El cacique
Carrupilún, el más temible cacique de los pampas, señor Virrey y Rey de todas
las pampas, firmó un acuerdo con Santiago de Liniers que perduró casi por 15
años; los caciques Quintelen y su sobrino Evinguanau, el hijo de Epumer, fueron
recibidos por Chiclana en su carácter de presidente interino del Triunvirato
apoyando la lucha independentista”, remarcó.
Pepe sostuvo que “es
importante considerar y entender la complejidad que implica hablar de los 200
años de independencia cuando nos referimos tanto al territorio bonaerense como
al nacional, donde vemos cómo el Estado, luego de 1816, extendió sus fronteras,
de manera paulatina, sobre los territorios habitados por los pueblos
originarios”.
“Es decir que hace
200 años la República Argentina estaba configurada geopolíticamente de manera
diferente. Y en el desarrollo de este proceso de conformación de los límites
políticos y geográficos del país, el Estado nacional fue fijando sus fronteras
de acuerdo a las relaciones que iba estableciendo con las diferentes
comunidades de la región, con las que construían acuerdos y relaciones político-
económicas”, apuntó.
El antropólogo, por
último, destacó que a la luz de estos acontecimientos, “es importante
reivindicar la activa y necesaria participación que hombres y mujeres de los
Pueblos Originarios tuvieron en las luchas de independencia y en la
conformación de la Argentina”.
Fuente: El Liberal
(Santiago del Estero, 9 de Julio de 2.016)
Realidad a medias. Los mapuches no " convivian pacificamente" con nadie. Por el contrario desde Chile entraban a nuestro territorio robaban ganado y caballadas para luego volver a Chile. Las diferentes avanzadas criollas hasta la Conquista del Desierto fue no mas ni menos para establecer nuestra soberania . Los ingleses desde Chile armaban a estos aborigenes con fusiles para sus tropelias. Hay que estudiar la historia como se fue dando en el tiempo y no acomodarla a gusto de las politicas de turno
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