Dice un viejo cuento sufí que cuando un niño está
en el seno de su madre tiene todo el conocimiento del mundo. Sabe cuántas
estrellas hay en el firmamento, cuántas gotas hay en el mar y cuántos granos de
arena en el desierto. Conoce los misterios del cielo y las estrellas, y conoce
hasta la última letra de la Torah. No hay misterio sobre la faz de la tierra
que desconozca, ni misterio en el cielo o en el mar que no pueda resolver.
Pero cuando está a punto de nacer, su ángel de la
guarda baja del cielo y colocando un dedo sobre sus labios sella todo su
conocimiento dentro de él, y le susurra una sola palabra: Aprende.
Imágen: Claudia Tremblay
Fuente: Déjame que te cuente
lindo!
ResponderEliminarHermoso ! Creo que así es <3
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