jueves, 7 de abril de 2016

Cola de Caballo, planta medicinal de la región guaraní y del mundo


Alguna de las plantas que podemos encontrar en los herbolarios a día de hoy, se llevan utilizando desde hace miles de años para tratar enfermedades y afecciones y en ocasiones y sobre determinados individuos, tienen un poder y efectividad mayor que el fármaco específico. Un caso concreto es la cola de caballo.

Esta es una de las plantas silvestres más primitivas, cuyos orígenes se remontan mucho antes que los dinosaurios reinaran nuestro planeta. Actualmente es una de las hierbas medicinales más consumidas en el mundo, por poseer muchas propiedades terapéuticas y estéticas, aunque se trata de un producto estrella principalmente por sus propiedades regenerativas de los tejidos celulares, por sus efectos depurativos y de grandes efectos para la belleza y la salud de la piel.

¿Qué es la cola de Caballo?
Se trata de una planta sin flores con dos tipos de tallos: uno es fértil y mide entre 10 a 20 centímetros de altura. Aparece al inicio de la primavera y no se ramifica sino que termina en una espiga de esporas de color beige. Los otros tallos son los estériles, los cuales tienen diversos usos en fitoterapia. Estos miden entre 20 hasta casi 80 centímetros, son de color verde y ahuecados, con una especie de nudos escamados de donde brotan sus hojas.

Podemos encontrarla principalmente en los lugares húmedos tales como pantanos, riveras, orillas de los ríos, lagos y pantanos y tiene una distribución bastante cosmopolita, pudiendo encontrarla en distintas latitudes de la Tierra, especialmente en suelos arcillosos.

El uso más frecuente proviene de sus tallos, siendo las hojas un elemento menos utilizado. Los tallos estériles de esta planta se recolectan durante el verano, y se dejan secar a la sombra, en manojos colgados, descartando las partes descoloridas.


Una vez que hemos conseguido desecarlos, lo más lógico es, puesto que se van a usar principalmente en forma de infusiones, meterlos en bolsitas para su conservación y su posterior consumo. Su aroma es bastante parecido al de la manzanilla aunque posee un sabor ligeramente más amargo y una coloración, una vez se ha hecho infusión, algo más oscura, aunque eso dependerá de la concentración de la misma.

Con estas bolsas, una vez depositado en su interior los tallos secos y bien triturados elaboramos infusiones, jugo fresco, decocciones, esencias, jarabes, extractos en polvo y fluidos, tinturas y cápsulas, hasta ungüentos, cremas, lociones, aguas para lavativas y nebulizaciones que son las que se encargarán de transmitirnos toda las esencias y elementos fitoterapeúticos que buscamos.

Propiedades de la Cola de Caballo
Y esta es la parte que más nos interesa. ¿Qué es lo que puede hacer por nosotros la cola de Caballo? Pues partiendo del hecho de que se trata de una planta cuyos tallos son ricos en sales minerales como silicio y potasio y que además posee principios activos muy valorados y beneficiosos para nuestro organismo como pueden ser lossapónidos, flavonoides y alcaloides, entre ellos, la nicotina, se convierte en una planta que abarca un amplio y extenso campo de acción sobre el organismo.

Es diurética: La acción más notable de la “cola de caballo” es la diurética, pudiendo aumentar en un 30% la secreción de orina. Debido a su riqueza en sales de potasio, flavonoides y sapónidos, aumenta el fluido urinario y es muy indicada para remediar la retención de líquidos general o para una acción más localizada en algunos problemas genitourinarios: cálculos renales, infecciones urinarias, cistitis, uretritis, inflamaciones de la vejiga o próstata.

Piel: ayuda a combatir notablemente los hongos, el eccema y el herpes entre otros.

Huesos: remineraliza el sistema óseo.

Cicatrizante: ayuda a cicatrizar heridas.

Regenerador celular.

Tendones: Galeno, uno de los padres de la medicina antigua, la empleaba hervida para curar los tendones doloridos. Además actúa positivamente sobre la flexibilidad de los tendones y las paredes vasculares. El equiseto, componente de esta planta, es un buen reconstituyente para aquellos deportistas o personas que someten sus ligamentos a duras pruebas, como los tenistas, ciclistas, bailarines, etcétera.

Bajar de peso: ayuda a adelgazar debido a que elimina líquidos del cuerpo y con ellos se eliminan también el exceso de toxinas.

Hemorragias: muy útil para controlar y curar hemorragias debido a su capacidad astringente, contrae los tejidos debido a su contenido de taninos, por lo que es muy adecuada para cicatrizar rápidamente y cerrar las heridas sangrantes, frenar y controlar las hemorragias nasales y curar las úlceras cutáneas.

Fortalece notablemente las uñas: por su alto contenido de equiseto.

Piel: si por algo es consentida esta planta es por sus grandes beneficios que aporta a la piel. Su alto contenido de silicio ayuda a mantener y recuperar la salud del tejido conjuntivo que forma la piel. Por otro lado, desintoxica y depura las vías urinarias y la sangre, y esta limpieza interior ayuda a evitar la acumulación de toxinas y la proliferación de bacterias. Además, este efecto depurativo previene las arrugas, atenúa las estrías y regenera los tejidos dañados por las variaciones de peso.

Sobre el cabello: evita las canas debido a su rico contenido de sílice, un elemento esencial del tejido conjuntivo además de aumentar el crecimiento del cabello y mejorar su aspecto, y por supuesto rejuvenece, nutre y vigoriza la piel y el cabello.

Precauciones
Como vemos se trata de una planta todo terreno de efectos más que recomendables sobre el organismo, pero hay que tener cuidado con su consumo y moderarlo para evitar por un lado que pierda efectividad sobre nuestro organismo y por otro que pase de ayudarnos a dañarnos. Todo ha de estar en su justa medida.

Los expertos aconsejan evitar el consumo durante más de seis semanas, y si va a usarse con fines medicinales, debe de ser guiado el procedimiento por un profesional, ya que la planta pudiera irritar el tracto digestivo, evitando su uso en caso de mucosas gástricas irritadas, haber ingerido en exceso alcohol o irritantes como comidas picantes o momentos en los que hayamos consumido fármacos como la aspirina o un antiinflamatorio.

Fuente: Trendencias


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