domingo, 27 de octubre de 2024

Esperan que la FIFA reconozca el origen guaraní del fútbol


El escritor y documentalista Marcos Ybáñez entiende que San Ignacio Guazú debería ser declarada cuna mundial del fútbol porque es allí donde se da el primer registro de un juego de pelota con los pies en todo el planeta. Con libros y películas sobre el tema, aquí nos cuenta del interés creciente de medios de la región en la hipótesis documentada de que los guaraníes inventaron el fútbol. También brega por el reconocimiento y la puesta en valor de los futbolistas indígenas en el país y en el continente.
En las tardes paraguayas, cuando el sol comienza a retirarse en los barrios, se multiplica el juego de piki vóley. Allí uno aprecia la destreza, la plasticidad de los jugadores, capaces de las piruetas más increíbles. Algo parecido a ello era el manga ñembosarái, el juego precolombino de los guaraníes en el que la clave del juego pasaba por que la pelota no cayera al piso.
“El fútbol es una de las invenciones fantásticas del mundo nativo que se hizo universal”, asegura el escritor y documentalista Marcos Ybáñez. Según viene exponiendo desde hace unos 10 años, “Inglaterra no fue el país que dio origen al fútbol, fue el que reglamentó, dos siglos después, porque ya se jugaba a la pelota con los pies en América. El mayor tesoro que llevaron de América durante la conquista y colonización no fueron solo el oro y la plata, sino los saberes ancestrales en diversos campos de nuestras civilizaciones milenarias”, apuntó.
Ybáñez, presidente de la Sociedad de Escritores del Paraguay (SEP), lucha para hacer conocer al mundo la historia del fútbol guaraní, aunque recuerda que “es una obra colectiva, porque conjuga el esfuerzo de todo un equipo para hacer posible las películas, el libro y, finalmente, la difusión de esta gran verdad”.
A su vez, entiende que “es tiempo de que la Conmebol impulse ante la FIFA los trámites para reconocer a San Ignacio Guazú como la cuna del fútbol. Quiero unir a toda una ciudad y un país en esta causa, porque existen registros documentales suficientes para hacerlo”, propone.
Ybáñez espera que esta situación pueda verificarse a mediados de mayo del año entrante cuando Paraguay sea sede del 75.º Congreso de la FIFA con la presencia de unos 2.500 asistentes, entre delegaciones internacionales, invitados especiales y leyendas del fútbol, medios de comunicación y público especializado.
–Hay creciente interés en tus materiales sobre el origen guaraní del fútbol. ¿Podrías contarnos un poco al respecto?
–Por fortuna las obras logran un impacto muy importante a nivel internacional, lo que nos compromete a seguir trabajando para el reconocimiento de la Federación Internacional del Fútbol Asociado (FIFA). En estos días participamos con la poeta avá-guaraní Alba Eiragi Duarte del desafío que nos propuso el periodista Jorge “Chipi” Vera de contar el origen indígena del fútbol a través de registros de los sacerdotes en las misiones jesuíticas guaraníes. La entrevista fue difundida con buena aceptación del público en el primer capítulo del proyecto “Camino hacia la gloria eterna”. Esta producción fue desarrollada en conjunto con 90 Minutes Media y la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol).
INTEGRANDO CULTURAS
–Tenés un libro y dos documentales hechos sobre el tema y en estos días se hicieron eco de ello medios de varios países del continente.
–Sí, con estas obras logramos la fusión de la literatura, el cine y el deporte. El arte es capaz de integrar las culturas. Ahora, por ejemplo, camino al Mundial, la selección de Venezuela realizó tomas para un documental sobre su paso por Paraguay. La Agencia Denoda, que la acompaña, me invitó a contar la historia del fútbol guaraní, la cultura paraguaya y el uso de la lengua guaraní en las canchas. Valoraron el aporte del libro y la película “Manga ñembosarái” para comprender la pasión del fútbol en nuestro país y América. Compartimos en el hotel de la Conmebol un diálogo fraterno como es la esencia del fútbol arte en sus orígenes, integrando a los pueblos.
–¿Cuáles son los primeros registros del manga ñembosarái?
–Este es un juego precolombino de la nación guaraní, registrado en las misiones jesuíticas de América, desde 1639. Igual sobre la historia del origen del fútbol existen varias teorías, ya que el juego de la pelota está ligado a varias culturas. Los aztecas jugaban con la cadera, los europeos en esa época jugaban a la pelota con las manos y los guaraníes con los pies en competencias de habilidad y resistencia con el juego del manga ñembosarái en las misiones jesuíticas guaraníes. Nadie pone en duda que como un deporte con su estructura moderna lo reglamentó Inglaterra. Sin embargo, en el libro y la película recogemos testimonios y pruebas de investigadores muy serios como Bartomeu Melià, el propio Vaticano, así como registros de sacerdotes de la época de las misiones jesuíticas guaraníes, desde 1639, que señalan que el fútbol nació de los pies de los guaraníes de América.
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–¿En esta hipótesis serían los sacerdotes los difuso­res?
–Sí, fueron los sacerdotes de las misiones jesuíticas guara­níes quienes hicieron cono­cer el juego en Europa, donde lo mostraron en las cortes. A fines del siglo XVIII, en Ita­lia, España, Portugal y Fran­cia nadie conocía todavía ese deporte, y fueron los misione­ros jesuitas los que lo hicie­ron conocer como novedad y curiosidad increíble.
REGLAS
–¿Cómo era más o menos el juego?
–Tenía ciertas reglas como, por ejemplo, que no había arcos, se declaraba perde­dor al equipo que se retiraba por cansancio. El juego se practicaba todos los domin­gos después de la misa y podía durar hasta la puesta del sol. Hablaron del tema Antonio Ruiz de Montoya, José Car­diel y José Manuel Peramás. En cierta forma este juego marca al fútbol paraguayo, porque es defensivo, de resis­tencia, aguerrido, que apela al empate 0 a 0. En la cancha hay una fuerte utilización de la lengua guaraní como estrategia para que el rival no entienda la estrategia de juego. La lengua guaraní nos acompaña en cada batalla cultural y deportiva. Ade­más, esta teoría se vio refor­zada con los logros de la selec­ción paraguaya indígena, que salió campeón de América en Chile y campeón del mundo en Canadá.
–¿De qué árbol se extraía el caucho con el que se hacía la pelota?, ¿cómo la llama­ban?
–A la pelota la llamaban manga y el nombre viene del árbol que daba los nervios a la pelota porque su fruta se llamaba manga’a. En tanto, el mangaisy era la resina de la cual se elaboraba la pelota para la práctica del fútbol. Está documentado que los guaraníes tenían una pelota de goma, hecha del caucho, que se llama mangaisy.
–¿Te acercaron nuevos datos a partir de la publica­ción de tu libro y del docu­mental?, ¿pensás en una segunda parte?
–Tengo dos documentales y el libro sobre la historia indí­gena del fútbol, “Los guara­níes inventaron el fútbol”, hecho con investigadores y antropólogos como Barto­meu Melià y otros. El segundo documental es “Manga ñem­bosarái”, que retrata la vida de la selección paraguaya indígena. Es mi interés hacer una nueva película documen­tal sobre la ciudad del fút­bol, San Ignacio Guazú, por­que como la primera ciudad misionera surgen más datos que la conectan con la crea­ción del fútbol, gracias a los aportes de impor­tantes investigadores locales como el juez y periodista Camilo Cantero y Marga­rita Ortiz.
GESTIONES
–¿Hay alguna gestión para consagrar a San Ignacio como una posible cuna del fútbol?
–La Junta Municipal aprobó la Ordenanza 39/2017 por la cual se declara a la ciudad cuna del balompié mundial y en la memoria colectiva de sus pobladores aún perdura, pese al tiempo, los recuerdos del juego de la pelota con los pies de sus antepasados. El mérito de los ignacianos es que han conservado y mantenido en el imaginario colectivo que allí, en las reducciones, los gua­raníes jugaban al juego de la pelota con los pies, conocido en el presente como fútbol, los domingos a la mañana. Tam­bién hay que destacar el valor del registro
histórico. Si los jesuitas no lo registraban, hubiese sido mucho más difícil comprobar que este tipo de juego lo prac­ticaban los guaraníes antes de la conquista. Sería desea­ble que la Conmebol impulse ante la FIFA los trámites para hacer efectivo este reconoci­miento durante el Congreso que se hará en nuestro país en 2025.
–También seguiste de cerca la conformación de la selección indígena. ¿Cómo sigue ese proceso?
–Pese a que los futbolistas indígenas salieron cam­peones del mundo y de la Copa América, falta que el mundo del fútbol, los
clubes y las selecciones abran las puertas al mundo indí­gena. Es una deuda histórica con los inspiradores y crea­dores de este deporte. Hay que poner fin al apartheid que sufren los futbolistas indí­genas en un mundo que los sigue discriminando. El fenó­meno del futbolista indígena Luis Díaz, actual estrella de la selección de Colombia y del Liverpool de Inglate­rra, nos muestra el camino a seguir. El día en que vea­mos a los futbolistas indíge­nas siendo parte de los clubes profesionales y las seleccio­nes nacionales de los países de nuestra América pode­mos decir que algo comenzó a cambiar en la historia del fútbol frente a la discrimina­ción que sufren en el mundo del deporte en las canchas y fuera de ellas. La selección paraguaya indígena cam­peona del mundo, más allá de los reconocimientos coyun­turales del Congreso y sen­dos discursos, sufrió un corte en el proceso iniciado, lo que pone en riesgo el futuro del fútbol nativo.
MANGA, UNA PELOTA INFLABLE
Según las documentacio­nes jesuitas, para fabricar la pelota, el manga, lo pri­mero que hacían los gua­raníes de las misiones era hacer una pequeña esfera de tierra colorada. Allí iban encimando capas de la resina del mangaisy, que es pegajosa y parecida al caucho.
En un punto insertaban en la preparación una bom­billa hecha de tacuarita y soplaban para hacer expan­dir la goma. De esa forma, la pelota se inflaba y se con­seguía que tenga un rebote muy particular que facili­taba las destrezas de los jugadores.
Así lo contó el jesuita cata­lán José Manuel Peramás en su libro “De vita et moribus tredecim virorum paraguaycorum” (Sobre la vida y el carácter de trece hombres paraguayos, en latín), publicado en 1793.
“Solían también jugar con un balón que, aun siendo de goma llena, era tan ligero y rápido que, una vez que lo gol­peaban, seguía rebo­tando algún tiempo, sin pararse, impulsado por su propio peso. No lanza­ban la pelota con la mano, como nosotros, sino con la parte superior del pie desnudo, pasándola y recibiéndola con gran agi­lidad y precisión”, descri­bió el sacerdote.
“TENDRÁ BUENA RECEPCIÓN”
Para el periodista deportivo Jorge “Chipi” Vera, es “muy inte­resante” la idea de un reconocimiento de los órganos inter­nacionales del fútbol a San Ignacio Guazú como cuna del fútbol. Recordó que “hay registros históricos muy ricos que comprueban esa teoría y ese relato. Sería espectacu­lar que ese mensaje pueda amplificarse y que el mundo conozca esa historia”.
Para Vera, “es muy probable que tenga una buena recepción de parte de las autori­dades del fútbol”. El autor de la vira­lizada cápsula para el programa “90 minutos” la idea tendrá una nueva visibilización cuando los repre­sentantes nacionales vuelvan a exponer temas de sus países el 30 de noviembre próximo en oportunidad de jugarse la final de la Copa Libertadores.
“Luiz Felipe Scolari nos enco­mendó la tarea de mostrar a Sudamérica y al mundo a tra­vés de ese minidocumental las bondades de nuestro fútbol y en eso estamos”, subrayó.
Por Jorge Zárate
Diario La Nación
Asunción - Paraguay
27 de Octubre de 2024

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