sábado, 2 de mayo de 2020

Mujer Salvaje...



La mujer que me habita, la que sabe,
me dice cuándo es el momento de la retirada.


Me hablan mis ancestras.

Me guían.
Y me empujan al borde de los precipicios.
- Salta! - gritan.

Y si no salto me asfixian.

La mujer que me habita sabe cuándo salir corriendo.

Y me habla bajito cuando duermo contándome
cómo soltar las cadenas.
Canta la loba en mi vientre canciones de salir corriendo.

Hay un tambor en mi centro que se pone a vibrar
cuando llego vacía de todo, menos de mí.

Hay una serpiente en la tierra que se despierta
y me busca cuando lo que elijo me enferma.

No hay tiempo.

Es ahora, o nunca.

Ha llegado el momento de mirar a la cara a la bruja. Y dejarle pasar.

Apartarse y morir. Morir a lo viejo. A la mentira. A lo conocido.
La mujer a medias.

La enferma. La que ama a medias y vive a medias.
Y da a medias. Y a medias se queda. Yo te muero, mujer.

Para revivirte de nuevo y darte el espacio que de verdad
ocupas en el mundo el lugar que te corresponde.

No importa ese camino que te desaparece a cada paso, que das ahora. No importa que no veas sendero delante de ti, mujer.

Avanza a oscuras con los ojos muy abiertos!

Huele a tus abuelas!
Y date cuenta de que CONOCES EL CAMINO.

Porque ya fuiste antes!

Porque ya fuiste antes, mujer.

Ve, que no vas sola.

Elena Alonso - Mujer Salvaje

Compartido por Fernando Emilio Flores


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