lunes, 18 de noviembre de 2019

Clase 11 - La Herencia Misionera - Historia de la Provincia de Misiones - Capítulo 11: Música Mbya Guaraní

Textos de Guillermo Sequera

La Cultura

Los mbya constituyen una de las sociedades autóctonas asociadas a etnias guarani-tupi provistas de mayores particularidades específicas. Se presume su localización originaria en las zonas de la cuenca del Paraná medio (Guaira-Caaguasu). Las fuentes etnográficas -desde mediados del s. XVI- no hacen referencia explícita a esta etnia. Tampoco la mencionan textos posteriores de cronistas o misioneros quienes la engloban bajo la definición de “tribus guaraní”, “caiguas”, "cainguas" o “kayngua”, o hasta la apodan de manera despectiva como “batícola”.

Su inmensa creatividad como grupo humano y su alta capacidad de adaptación a contextos culturales, sociales y económicos, permitió a los mbya conformar una fuerte unidad identificatoria (lengua, cosmovisión, técnicas, conocimientos) y lograr un dinamismo -muy imaginativo- en la captura de dispositivos, utilería, expresiones o rituales extraculturales. Es todavía prueba de ello su impulso migratorio hacia regiones con significativas diferencias bio-geográficas. Los mbya conforman la etnia de mayor dispersión en los países del Mercosur (Paraguay, Argentina, Brasil, Uruguay).

Su larga experiencia viajera advierte una original fortaleza en favor de la multiculturalidad, retrucando su mala fama de ser considerados como los indígenas que desarrollaron la “ideología del rechazo a los otros”. Las historias regionales o transfronterizas han echado mella sobre la fisonomía cultural de los mbya. La autodenominación gentilicia se ve definida por ka’aguygua (Habitantes del Monte o Habitantes de la Floresta). Aunque algunas comunidades culturales se llamen Mbya Guarani, Mbya Apytere (Gente verdadera), o Jeguakava Tenonde Porậngue’i (Los Primeros en llevar los verdaderos adornos emplumados). Esta etnia basa su modo de subsistencia en la caza, colecta, pesca y agricultura, pese al despojo brutal de los bosques operado en los últimos años sobre sus hábitats tradicionales.

A pesar de los embates históricos (relación desigual con la sociedades nacionales), los mbya pudieron demostrar su alta capacidad de interaccionar con cierta relatividad tradición y “modernidad”. Los Ka’aguygua, han sido víctimas del despojo de sus territorios de origen, ha pesar de ello, han persistido y persisten en Paraguay, Argentina y Brasil.

Lave o Rave, en una Comunidad de San Ignacio (Misiones - Argentina). Fotografía: Jason Rothe

Identidad musical

El concepto mbya del sonido, se origina en andu percibir la biodiversidad del mundo natural, y construir a través de la palabra ayvu, música vocal y discurso instrumental. Los animales pueden cantar (puraéi), hablar (ñe’e), emitir sonidos (ombota), bufido (ovuha), rugir (okôrôro), aullar (oguahu). La percepción parte del silencio (kîrîriri), hasta el estruendo del rayo (ara sunu). 
La representación social se manifiesta en una variedad de formas y técnicas; éstas vinculadas a rituales, danzas, corales, y una apropiación mbya de la experiencia intercultural. Es justo hablar de una cosmofonía mbya, -ordenamiento cultural de los sonidos.

Instrumentos musicales

La originalidad instrumental de los mbya reconsidera una alta capacidad creativa y técnica en combinar instrumentos nativos con instrumentos europeos, y con ellos, -resultante de intercambios culturales-; ponen de manifiesto haber logrado estructuras sonoras propias muy expresivas. Tanto en la fabricación como en la interpretación existe una acentuada división sexual musical.

Los mimby o mimby pu (8 tubos desechables), son hechos por las mujeres, a partir de takuapi, e interpretadas por ellas. Los mbya poseen un repertorio numeroso sobre temas musicales en mimbypu, siendo éste, un instrumento exclusivamente femenino. Las mujeres eligen los temas que serán interpretados y se intercambian los tubos de takuapi una de ellas interpreta la melodía principal y su acompañante se ocupa del burdón (acompañamiento).

El  takuapu, takua kama, o kamañytî (bastones rítmicos femeninos), es también un instrumento de exclusiva propiedad femenina. Los takuapu son bastones rítmicos de diversas dimensiones y grosor; fabricados a partir de bambús. Como caja de resonancia es utilizado el propio suelo, o también un listón de madera, sobre cuya superficie las mujeres golpetean, marcando la pulsación básica de las danzas rituales (tangara).

Takuapu, Bastón de Ritmo Femenino. Fotografía: Cazador de Instantes.
El mimby puku, o flauta vertical, fabricada a partir de bambús (50cms. aprox), a cuyo extremo se recorta una embocadura tallada en forma de “u” sobre la parte superior,- similar a las denominadas kenas-; y sobre el cuerpo se dispone una serie de agujeros (7), sobre los cuales se posan los dedos. El mimby puku es un instrumento utilizado por los karai (líderes políticos), para anunciar buenas nuevas, o visitas de mensajeros, a través de la interpretación de melodías.

Las sonajas, instrumentos utilizados por los chamanes (Ramoi Guasu), o chamanes iniciados (Yvyra ija), lo denominan Mbaraka Mirî, hechos con porongos resecados e introduciendo en ellos semillas o piedrecillas, de manera a acompañar cantos y danzas. Los chamanes no solo pulsan las sonajas, sino las gesticulan de diversas maneras obteniendo una variedad de timbres o efectos rítmicos y sonoros. Los Yvyra’ija chamanes iniciados, llevan entre manos los Popygua’i (varas insignias), dos palillos hechos en madera dura de yvyra pêpê chingy (Diatenopteriyx sorbifolia Radlk.), que los entrechocan, obteniendo una vibración contínua de frases para acompasar tangara danzas.

Lo notable en la conformación musical mbya son dos instrumentos adoptados que son: el kuminjare o kumbijare o Mba'epu porã, y el Rave. La explicación originaria menciona la ofrenda simbólica del kechuíta, quien en tiempos míticos otorga la sabiduría musical de dichos instrumentos a los mbya. La apropiación de los mbya sobre dichos instrumentos confirma plenamente la hipótesis de que esta etnia participó activamente en la experiencia reductora misionera en los siglos XVII-XVIII. El kuminjare es una guitarra del renacimiento español (o vihuela), cuya factura instrumental es realizada a partir de maderas nobles de kurupika’y (Sapium sp.), y tiene encoladas sus partes con pegamento vegetal, sobre cuyo cuerpo son tendidas cuerdas vegetales, o de nylon, con la ayuda de cinco tensores y su clavijero. El Kuminjare es afinado con el raye, y sirve de instrumento rítmico acompañante de piezas dancísticas y repertorios libres. En variados temas, el Kuminjare alterna rítmicamente acordes mayores y menores. El rave, o ravel (del antiguo rabad árabe), es el ancestro del violín. Construido con maderas de ygary o kurupika’y, cuenta ensambladas sus partes con cola vegetal mangavi (Hancornia speciosa Gomez). Las cuerdas son de origen vegetal (ysypo) desde la década del 70, los mbya adoptan cuerdas de nylon. El rave, es un instrumento típico del medioevo europeo. En la literatura de crónicas, numerosos textos hablan sobre este instrumento traído por españoles y jesuítas (rabelillo, rabelico, rabel). Los jesuítas integraron el ravel en los talleres de música de las misiones. 

Los mbya son los únicos en haber adoptado el Rave y el Mba’epu Porã o Kuminjare a su patrimonio organológico, proyectándolos a su vez, como instrumentos sagrados y vinculados, fuertemente a su identidad cultural. El repertorio musical del rave es muy variado, y el mismo ejerce la línea melódica en interpretaciones lúdicas jae’o, o formas musicales tangara danzas. Las melodías revelan un sincretismo sonoro, síntesis de experiencias histórico-musicales mbya, donde intervalos de la música popular europea se asocian a giros arabo-andaluz. El rave se ejecuta con la ayuda de un arco tenso con crin de caballo.

Tamborcillos Angu’a Pu, o llamados también Mba’e Pu Ova Va’e, fabricado con maderas de kurupika’y, a cuyos extremos se ven tenzas pieles de animales resecadas de jaicha (Agouti paca), o de tañy katî (Tayassu pecari), con la ayuda de tensores en cuero. Los mbya lo utilizan para acompañar ritmos de danza, y música en mimby puku flauta vertical.

Escuchar música de los mbya, es recostar nuestros oídos sobre aquello que nos fuera negado: reconocer su gran capacidad creativa y así, oír las huellas sonoras de nuestra memoria cultural.

Fuente: Portal Guaraní - Asunción (Paraguay)

Nota agregada por el responsable del Blog:

Mba'e Pu - Instrumentos Musicales y Religiosos Mbya Guaraníes

Primer Diccionario Mbya Guaraní - Español

Angu'a Pu: Tambor Guaraní.

Lave/Rave: Violín Mbya.

Mimby: Flauta de 5 orificios.

Mimby Retã: Flauta de pan.

Mba'epu Porã / Mbaraka: Guitarra.

Mbaraka Miri: Maraca de calabaza.

Popygua'i / Yvyra'i: Vara insignia.

Takuapu: Bastón de ritmo femenino.

Cartilla de divulgación elaborada por los miembros de las Comunidades Mbya Guaraníes de la Provincia de Misiones (Argentina)


No hay comentarios:

Publicar un comentario