sábado, 17 de junio de 2017

Combate a la desertificación y sequía, uno de los principales reto de la humanidad


Hoy se conmemora el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía. El 17 de junio de 1994, nació la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación, cuyos 194 países miembros conmemoran este día para recordar que la biodiversidad y la alimentación de miles de millones de personas depende de la calidad de los suelos; la necesidad de frenar su devastación y generar resiliencia.


“La degradación de la tierra y la migración” es el tema con que la ONU quiere focalizar en la jornada de este año 2017.

Los efectos de la desertificación los sufren directamente unos 250 millones de personas, mientras que unos mil millones se encuentran en zonas de riesgo repartidas en más de cien países. En especial afecta a las personas más pobres, marginadas y sin representación política.

Para la ONU la celebración de este año analiza la relación entre la degradación de la tierra y la migración. Entre otras, la degradación medioambiental, la inseguridad alimentaria y la pobreza como causas de la migración y de las dificultades para el desarrollo.

En tan sólo 15 años, de 2000 a 2015, el número de migrantes en el mundo ha aumentado de 173 a 244 millones.

El objetivo es fortalecer la resiliencia de las comunidades frente a las múltiples dificultades del desarrollo mediante la gestión sostenible de la tierra.

Este día debe recordar a todos la importancia del suelo en la producción de alimentos y generación de empleo, así como su contribución a la sostenibilidad, estabilidad y seguridad de las zonas afectadas por la desertificación.

La capital de Burkina Faso, Uagadugú, alberga este año la celebración mundial del Día Mundial para Combatir la Desertificación y la Sequía.


“Para detener y revertir la degradación de la tierra es necesario regresar a técnicas tradicionales de agricultura, evitar fertilizantes químicos y dejar descansar al suelo entre siembras”, recomendó el titular del Laboratorio de Suelos del Colegio de Geografía de la UNAM (México), Luis Luna, en el Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía.

La desertificación es el proceso de crecimiento de las zonas áridas y semiáridas por efecto de la actividad humana; mientras que el fenómeno de desertización es el crecimiento, avance y movimiento natural de los desiertos, explicó.

El especialista indicó que entre los factores que inciden en la desertificación están la pobreza, la deforestación, las prácticas agrícolas inadecuadas y el sobrepastoreo (uso excesivo del suelo para ganadería).

Subrayó que, de acuerdo con la ONU, millones de personas se localizan en zonas de riesgo, áreas que están en proceso de transición, con suelos con algún grado de erosión, y el común denominador de estas comunidades es que son pobres y padecen falta de alimento.

Principales causas de la Desertificación y Sequía

La sobreexplotación agraria es un factor principal de la degradación de la tierra. La destrucción de los bosques para creación de cultivos es una de las principales causas.

La destrucción de la capa vegetal debido a los incendios o la tala de árboles termina por destruir los ecosistemas y evita la recuperación del suelo.

Irrigación excesiva,  uso abundante de fertilizantes y plaguicidas o el pastoreo abusivo son algunas de las prácticas más habituales en la agricultura.

El aumento de la pobreza obliga las personas a migrar a otras tierras. El continuo movimiento  de personas termina por desgastar el suelo.

Todo esto conlleva a que los suelos se vuelven menos productivos y terminan  quedándose áridos, inutilizables para el cultivo y queden desiertos.

Fuente
Misiones On Line – 17 de Junio de 2.017



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