sábado, 26 de marzo de 2011

AYVU RAPYTA Textos Míticos de los Mbyá-Guaraníes del Guairá. Una imprescindible lectura escrita por León Cádogan.

Cuando en el año 1.946 las hoy amarillentas páginas de la Revista de la Sociedad Científica del Paraguay (VII, 1: 15-47) y, en impresión conjunta, los Anales de la Asociación Indigenista del Paraguay daban a conocer Las Tradiciones religiosas de los indios Jeguaká Tenondé Porá-gué i del Guairá, comunmente llamados Mbyá, Mbyá-Apyteré o Ka'ynguá, recopiladas por León Cádogan, pocos habrán percibido que amanecía un nuevo día para la etnología de este continente y que se abría un nuevo espacio-tiempo en la literatura indígena de América.
  
Cacique Pablo Vera (1.954)
Después del diluvio colonial, que arrasara con tantas lenguas y tantos modos de decir, de cantar y de profetizar, cuando ya se daba por perdida la esperanza de encontrar todavía una voz auténtica en la que resonaran los ecos de la antigua tradición, surgía una nueva tierra, y su fundamento era la palabra: Ayvu Rapyta.

Con los años, aquellos textos iniciales se
 vieron aumentados hasta formar un corpus respetable: Ayvu Rapyta: Textos Míticos de los Mbyá-Guaraní del Guairá, salió como Boletim 227 - Antropología N° 5, de la Facultade de Filosofía, Ciencias e Letras, de la Universidade de Sao Paulo, en 1.959, gracias a la visión científica del entonces joven profesor, Egon Schaden.

Cádogan define al trabajo como una recopilación de las “tradiciones secretas de los Mbyá”.  Sólo el ha tenido acceso a estos mitos narrados por diferentes sabios indígenas porque desarrolló con ellos una relación que fue más allá de una simple amistad. Relató que después de conocerlos y mostrar su interés en conocer mejor su lengua y sus tradiciones espirituales, pudo obtener junto a las autoridades del país que se hiciera justicia en los reclamos indígenas.

En contacto con el cacique Pablo Vera, uno de sus principales informantes, supo de la prisión de Mario Higino en una cárcel regional en Villarrica, departamento del Guairá (Paraguay). Tras conseguir su libertad, Higino instó al cacique si ya hubiera discurrido con Cádogan sobre el Ayvu Rapyta, es decir, sobre el origen del lenguaje humano. Como la respuesta fue negativa, preguntó Higino otra vez al mayor si hubiera divulgado los himnos sagrados relacionados con el origen del mundo. Ante nueva respuesta negativa, Higino dijo al mayor que Cádogan ya sería merecedor de que se le divulgara las ñe´e porã tenonde, es decir, “las primeras palabras hermosas”, porque, dijo él, los favores que los Mbyá le debían a Cádogan lo hicieron acreedor a que se lo considerase como miembro de la etnia. En las palabras propias del indígena Guaraní: Cádogan es “nuestro compatriota, miembro genuino del asiento de nuestros fogones”. Refieren las palabras del autor: “Esta fue la manera en que inicié en las tradiciones secretas de los Mbyá, después de muchos años de relaciones amistosas con ellos, en todo cuyo lapso no había escuchado una sola palabra que hiciera sospechar siquiera la existencia de tales tradiciones.”
Para tener el privilegio de acceder a una parte preciosa de la mitología Guaraní, fue necesario que una persona de la dignidad humana y apertura a la sabiduría indígena como León Cádogan asumiera un compromiso verdadero con la etnia Guaraní de tal modo que lo considerasen digno de conocer estos cantos que revelan una belleza y profundidad espiritual insuperables. Sólo con reverencia y honesta gratitud podemos escuchar y tratar de entender estos mitos sagrados.
Estos cantos son el fundamento de la religión de este pueblo. Su trascripción procuró guardar de la forma más original posible las narraciones escuchadas y escritas por el, compaginadas con otras versiones de los sabios Mbyá, posteriormente seguidas de importantes notas explicativas que fueron publicadas junto con los textos originales. Escribe Cádogan que solo así es posible “apreciarse la poesía y la filosofía autóctonas en toda su belleza, toda su profundidad”. Estos cantos son genuinamente autóctonos y se constituyen en una prueba de que “ni el largo contacto con cristianos ni la catequización a que han sido sometidos algunos Mbyá por misioneros católicos ha influido en el verdadero pensamiento místico del aborigen”.
León Cádogan
Como buena advertencia, todavía, Cádogan informa que su recopilación es una trascripción literal de dictados hechos por los mismos sabios indígenas, habiendo él elegido para el efecto aquellos dirigentes que su experiencia indicaba como los más idóneos y dignos de confianza. Al final de su palabra al lector Cádogan se permite subrayar algunas – para el sorprendentes – analogías que ha hallado entre el contenido de ciertos versos de estos mitos y tradiciones de las grandes religiones de la humanidad.  Aquí nos encontramos, pues, verdaderamente con la teología Guaraní de la creación del mundo y de la humanidad.
La presente trascripción corresponde a la edición del año 1992 dirigida por Bartomeu Meliá..."El don de la palabra repartido entre todos hará circular de nuevo palabras que nunca han de desfallecer".

Transcribo el Capítulo 1 en lengua castellana: “Las primitivas costumbres del colibrí” y Capítulo 2: “El fundamento del lenguaje humano” del libro “Ayvu Rapyta. Textos Míticos de los Mbya-Guaraní del Guairá” de León Cádogan la mejor manera de introducirnos a las creencias, valores, forma de ser y entender la cosmovisión del pueblo mbya-guaraní.


CAPITULO 1


Las primitivas costumbres del Colibrí


I

Nuestro Padre último-último primero


para su propio cuerpo creó


de las tinieblas primigenias.


II


Las divinas plantas de los pies,


el pequeño asiento redondo,


en medio de las tinieblas primigenias


 los creó, en el curso de su evolución.


III


El reflejo de la divina sabiduría,


el divino oye- lo-todo


las divinas palmas de la mano con la vara insignia,


las creó Ñamandú, en el curso de su evolución,


en medio de las tinieblas primigenias.


IV


De la divina coronilla excelsa


las flores del adorno de plumas


eran gotas de rocío.


Por entre medio de las flores del divino adorno de plumas


el pájaro primigenio, el Colibrí,


volaba, revoloteando.


V


Mientras nuestro Primer Padre


creaba, en curso de su evolución, su divino cuerpo,


existía en medio de los vientos primigenios:


antes de haber concebido su futura morada terrenal,


antes de haber concebido


su futuro firmamento, su futura tierra,


que originariamente surgieron,


el Colibrí le refrescaba la boca;


el que sustentaba a Ñamandú con productos del paraíso


fue el Colibrí.


VI


Nuestro Padre Ñamandú, el Primero,


antes de haber creado, en el curso de su evolución,


su futuro paraíso,


El no vio tinieblas:


aunque el Sol aún no existiera,


El existía iluminado por el reflejo de su propio corazón;


hacía que le sirviese de sol


la sabiduría contenida dentro de su propia divinidad.


VII


El verdadero Padre Ñamandú, el Primero,


existía en medio de los vientos originarios;


en donde paraba a descansar


la Lechuza producía tinieblas:


ya hacía que se tuviese presencia del lecho de las tinieblas.


VIII


Antes de haber el verdadero Padre Ñamandú, el Primero,


creado en el curso de su evolución, su futuro paraíso;


antes de haber creado la primera tierra;


El existía en medio de los vientos originarios:


el viento originario en que existió nuestro Padre


se vuelve a alcanzar


cada vez que se alcanza el tiempo-espacio originario,


cada vez que se llega al resurgimiento


del tiempo-espacio primitivo.


En cuanto termina la época primitiva,


durante el florecimiento del lapacho,


los vientos se mudan al tiempo-espacio nuevo:


ya surgen los vientos nuevos, el espacio nuevo;


se produce la resurrección del tiempo-espacio.





CAPITULO II


El fundamento del lenguaje humano


I


El verdadero Padre Ñamandú, el Primero,


de una pequeña porción de su propia divinidad,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad


y en virtud de su sabiduría creadora


hizo que se engendrasen llamas y tenue neblina.


II


Habiéndose erguido,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora,


concibió el origen del lenguaje humano.


De la sabiduría contenida en su propia divinidad,


en virtud de su sabiduría creadora


creó nuestro Padre el fundamento del lenguaje humano


e hizo que formara parte de su propia divinidad.


Antes de existir la tierra,


en medio de las tinieblas primigenias,


antes de tenerse conocimiento de las cosas,


creó aquello que sería el fundamento del lenguaje humano


hizo el verdadero Primer Padre Ñamandú


que formara parte de su propia divinidad.


III


Habiendo concebido el origen del futuro lenguaje humano,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora


concibió el fundamento del amor.


Antes de existir la tierra,


en medio de las tinieblas primigenias,


antes de tenerse conocimiento de las cosas,


y en virtud de su sabiduría creadora


el origen del amor lo concibió.


IV


Habiendo creado el fundamento del lenguaje humano,


habiendo creado una pequeña porción de amor,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora


el origen de un solo himno sagrado lo creó en su soledad.


Antes de existir la tierra


en medio de las tinieblas originarias,


antes de conocerse las cosas


el origen de un himno sagrado lo creó en su soledad.


V


Habiendo creado, en su soledad,


el fundamento del lenguaje humano;


habiendo creado, en su soledad,


una pequeña porción de amor;


habiendo creado, en su soledad,


un corto himno sagrado,


reflexionó profundamente


sobre quién hacer partícipe


del fundamento del lenguaje humano;


sobre quién hacer partícipe del pequeño amor;


sobre quién hacer partícipe


de las series de palabras que componían


el himno sagrado.


Habiendo reflexionado profundamente,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora


creó a quienes serían compañeros de su divinidad.


VI


Habiendo reflexionado profundamente,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora


creó al (a los) Ñamandú de corazón grande.


Lo creó simultáneamente con el reflejo de su sabiduría.


Antes de existir la tierra,


en medio de las tinieblas originarias,


creó al Ñamandú de corazón grande.


Para padre de sus futuros numerosos hijos,


para verdadero padre de las almas


de sus futuros numerosos hijos


creó al Ñamandú de corazón grande.


VII


A continuación,


de la sabiduría contenida en su propia divinidad,


y en virtud de su sabiduría creadora


al verdadero Padre de los futuros Karaí,


al verdadero Padre de los futuros Jakaira,


al verdadero Padre de los futuros Tupã


les impartió consciencia de la divinidad.


Para verdaderos padres de sus futuros numerosos hijos,


para verdaderos padres de las palabras-almas


de sus futuros numerosos hijos,


les impartió consciencia de la divinidad.


VIII


A continuación,


el verdadero Padre Ñamandú


para situarse frente a su corazón


hizo conocedora de la divinidad


a la futura verdadera madre de los Ñamandú;


Karaí Ru Eté


hizo conocedora de la divinidad


a quien se situaría frente a su corazón


a la futura verdadera madre de los Karaí.


Jakaira Ru Eté, en la misma manera,


para situarse frente a su corazón


hizo conocedora de la divinidad


a la verdadera Madre de los Jakaira.


Tupã Ru Eté, en la misma manera,


a la que se situaría frente a su corazón,


hizo conocedora de la divinidad


a la verdadera futura Madre de los Tupã


IX


Por haber ellos asimilado


la sabiduría divina de su propio Primer Padre;


después de haber asimilado el lenguaje humano;


después de haberse inspirado en el amor al prójimo;


después de haber asimilado las series de palabras


del himno sagrado;


después de haberse inspirado en los fundamentos


de la sabiduría creadora,


a ellos también llamamos:


excelsos verdaderos padres de las palabras-almas;


excelsas verdaderas madres de las palabras-almas.


Cádogan León
  


Bibliografía:

Ø      Ayvu Rapyta. Textos míticos de los Mbya-Guaraní del Guaira.

§         Primera edición: León Cádogan, Ayvu Rapyta; Textos míticos de los Mbya-Guaraníes del Guairá; Boletim N° 227 –Antropología N° 5 – São Paulo – Universidade de São Paulo, Faculdade de Filosofía, Ciencias e Letras, 1.959.

§         Segunda edición: Asunción, 1.992.


§         Tercera edición: Asunción, 1.997 (reimpresión)

5 comentarios:

  1. muy buena explicación sobre el tema, esta bastante completo, teniendo en cuenta que no se encuentra en cualquier lado

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  2. !! buen trabajo!! soy un un chico que esta estudiando antropología en la facultad de ciencias social unam en la ciudad de posadas misiones argentina. em encanta este materail queria saber de la vida de leon cadogan y muchas cosas mas! .saludos y bendiciones!

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  3. León Cádogan:
    Nació en Asunción en 1889, hijo de australianos, miembros de un grupo que había llegado con el propósito -fallido- de formar una colonia.
    Realizó su única instrucción formal -hasta 6° grado- en la Escuela Alemana de Villarica. Autodidacta, fue calificado como "el más grande símbolo de la primera mitad del siglo XX en la antropología paraguaya". Hablaba perfectamente el guaraní, además del inglés, francés, alemán y el portugués.

    Durante más de cuatro décadas, estudió los grupos de la nación guaraní de la región oriental del Paraguay -Mbya, Avá Guaraní, Pâi-Tavyterâ y Aché-, desde el Caaguazú hasta el Paraná.

    Con los Mbya tomó contacto en 1922, trabajando en los yerbatales de los departamentos del Guairá y Caaguazú, su relación fue tan estrecha que fue adoptado por ellos con el nombre de Tupâ Kuchuvi Veve ("Divino torbellino que pasa volando"). Reunió un conjunto de textos míticos, considerado por los especialistas como el corpus más importante de los cantos sagrados guaraníes. Fue por entonces, el primero y único hombre blanco a quien los guaraníes introdujeron en el conocimiento de sus rituales, en el significado de sus invocaciones, antes nunca reveladas.

    Honrado, solidario y apegado a la justicia y la verdad, en 1949 fue designado "Curador de Indios Mbýa-Guaraní del Guairá".

    Ayvu Rapyta ("El fundamento de la palabra")
    Textos míticos de los Mbyá-Guaraní del Guairá
    Texto sagrado, un clásico de la literatura indígena americana, revela el complejo universo cosmogónico guaraní y el valor y la belleza de la palabra, corazón de su cultura. El canto se compone de 19 capítulos, los primeros narran el génesis mbyá-guaraní: la creación de los dioses, de la palabra, del amor comunitario, del mundo y de los hombres. A estos cantos, conocidos solo por los Jeguakáva Tenonde porängue i (los adornados, los elegidos), siguen otros, que están en el conocimiento de toda la comunidad, relacionados con la vida cotidiana.

    León Cadogan, obtuvo el material a través de informantes -especialmente el cacique Pablo Vera- quienes fueron acusados de traidores por revelar a extraños los secretos de los Mbyá, llegando a tal punto, que como cuenta el autor, luego se negaban a divulgarle el nombre de algunas plantas.

    Su primera edición, en 1959, fue realizada por la Universidad de San Pablo, Brasil, por gestión de su entrañable amigo, el profesor Egon Schaden.

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  4. Gracias por roda la información.

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  5. LEON KADOGAN ES UN HOMBRE SABIO QUE SUPO DESCUBRIR UN TESORO ESCONDIDO EN LOS YERBATALES, EN LA SELVA. GRACIAS POR ENRIQUECER CON TAN PURA SABIDURIA!!

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