s inferiores”,
que constituían el objeto material de sus estudios.
Los
infortunados hombres, mujeres y niños fueron fotografiados, medidos y examinados,
yendo de ciudad en ciudad en una gira infernal que pasó por París, Berlín o
Zürich.
La mayoría de
ellos murieron en el terrible viaje y sus restos humanos (cráneo, esqueleto,
vísceras, cerebro) pasaron a engrosar los departamentos de anatomía de prestigiosas
instituciones.
Los cuatro
supervivientes fueron desembarcados en la misión anglicana de Ushuaia a
petición del pastor Thomas Bridges, que esperaba aprender su lengua para atraer
a otros.
Al encontrarse
muy lejos de su país, en el centro del territorio de los yámanas, no tardaron
en morir de tristeza y a causa de las enfermedades.
La fotografía
es de Pierre Petit y pertenece a las colecciones del Musée de l'Homme.
Compartido por
Daniel Rodriguez