Un espacio destinado a fomentar la investigación, la valoración, el conocimiento y la difusión de la cultura e historia de la milenaria Nación Guaraní y de los Pueblos Originarios.

Nuestras culturas originarias guardan una gran sabiduría. Ellos saben del vivir en armonía con la naturaleza y han aprendido a conocer sus secretos y utilizarlos en beneficio de todos. Algunos los ven como si fueran pasado sin comprender que sin ellos es imposible el futuro.

sábado, 27 de octubre de 2012

El Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas


Hubo un tiempo, no hace tantos años, en que los ancianos eran respetados y admirados por su experiencia. A ellos se acudía a pedir consejo; ellos tenían casi la última palabra dentro de las familias. Pero hoy en la mayoría de las sociedades occidentales la estructura familiar ha cambiado: se ha reducido drásticamente y es cada vez más rara la convivencia de tres (o más) generaciones en un mismo espacio. El rol de los abuelos se limita, en muchos casos, a cuidar a los nietos que sus propios hijos no pueden atender por las jornadas extensivas de trabajo. Nuestra sociedad rinde culto a la juventud (aparente o real) y a la novedad, en detrimento de la senectud y la sabiduría atesorada. ¿Quién nos orienta, entonces? ¿Cómo encontrar esta voz de la experiencia?

La respuesta llega de los que siguen viviendo en contacto estrecho con la Naturaleza: los grupos indígenas. Entre los indios americanos, las tribus africanas y de la Amazonia, los pueblos del Ártico o las comunidades espirituales del Tíbet, los ancianos son ejemplo, apoyo y mando. De entre estos ancianos, además, han sido las mujeres las que se han puesto en marcha para lo que consideran una tarea de vital importancia: aportar su experiencia para sanar un mundo que ven doblegado por el hambre, las enfermedades, las guerras, la falta de diálogo y la muerte lenta de la Naturaleza. Las Grandmothers (o Abuelas, en inglés) son un consejo de trece mujeres indígenas de todo el mundo reunidas para una múltiple vindicación: por el valor de los ancianos, por el respeto a la mujer, por la preservación de sus culturas y por la salvación de la Tierra y de todos los seres que la habitan. Cuentan para ello con medios casi exclusivamente espirituales: las Abuelas poseen la sabiduría que puede curarnos, basada en su contacto directo con la Naturaleza y en las enseñanzas transmitidas de generación en generación. Enseñan a hacerle frente al desconcierto actual y la enfermedad con la fe, la tradición y la medicina natural. Desde siempre, lo han hecho en sus zonas de origen; desde hace apenas un año, trabajan para todo el planeta en el Consejo Internacional de las Trece Abuelas.

Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas

El Comienzo de la Marcha
Bernadette Rebienot, una bwiti con 23 nietos, la que un día visualizó el nacimiento del Consejo de Abuelas. En su Gabón natal, las reuniones de las ancianas en la selva para orar por la paz y el bienestar del mundo son habituales. Esta visión se materializó cuando Bernadette coincidió con Jyoti, una psicóloga clínica y guía espiritual estadounidense que viajó a África para estudiar con ella. Al comprobar que ambas coincidían en su visión, Jyoti movilizó a su organización, el Center For Sacred Studies (CSS), para hacer realidad el Consejo. Jyoti, Lynn Schauwecker, Ann Rosenkranz y Carole Hart, todas del CSS, organizaron tanto la reunión de las Abuelas como el Global Women’s Gathering (Encuentro Planetario de Mujeres), celebrado en octubre de 2004 en Fenicia, Nueva York, en el que las abuelas indígenas y otro nutrido grupo de abuelas occidentales debatieron los retos del sistema social actual.

Sus conclusiones sobre cómo curar al mundo de la opresión, cómo mantener el equilibrio de la Madre Tierra y preservar las culturas mediante el retorno a la sostenibilidad, el respeto a los mayores y a la sabiduría tradicional, las empujó a crear el Consejo Internacional de las Trece Abuelas Indígenas, auspiciado por el Center For Sacred Studies, para expandir su sabiduría con fe y esperanza: «Representamos una alianza global de plegaria, educación y formación para nuestra Madre Tierra, todos sus habitantes, todos los niños y para las generaciones venideras». De hecho, su intención de recuperar esta voz de la experiencia femenina es una labor a largo plazo que, esperan, hará perdurar su saber protector a los descendientes de los próximos siglos. Lo importante es dar a conocer sus intenciones tanto a la clase política como a todos los ciudadanos del mundo. Unas intenciones que se definen en la Declaración de las Abuelas, elaborada durante del Encuentro planetario de mujeres: «Somos trece abuelas indígenas unidas por una visión común. Venimos aquí desde la selva amazónica, del círculo polar ártico norteamericano, de los grandes bosques del noroeste de Estados Unidos, de las montañas de América Central, de las Black Hills de Dakota del Sur, de las montañas de Oaxaca, del Tíbet y de las selvas tropicales de África Occidental. Creemos que nuestras ancestrales formas de rezar, de reconciliación y sanación son necesarias hoy. Nos reunimos para educar a nuestros hijos; conservar las práctica de nuestras ceremonias y afirmar el derecho para usar nuestras plantas medicinales libres de restricciones legales; proteger las tierras donde nuestros pueblos viven y de las que dependen; para salvaguardar la herencia colectiva de la medicina tradicional y defender la Tierra en sí misma. Creemos que las enseñanzas de nuestros antepasados iluminarán nuestro camino por un futuro incierto”.

Desde la primera reunión, el mensaje de las Abuelas se ha podido escuchar en varios actos, como el segundo encuentro del Consejo en Pojoaque Pueblo (Nuevo México, EEUU) y los intercambios culturales y rituales en California y la Amazonia brasileña, en primavera y verano de 2005, respectivamente. El tercer encuentro del Consejo se celebrará en Oaxaca, México, esta primavera. A continuación, resumimos este saber sanador en las palabras de tres de las Abuelas: Bernadette Rebienot, Flordemayo y Agnes Baker-Pilgrim.

Secretos de la naturaleza

Bernardette nació en Libreville, donde ha tenido 10 hijos y ha trabajado como profesora y coordinadora de escuela. Además, es sanadora, maestra del rito Iboga Bwiti y de la Women’s Initiations. Desde las selvas tropicales de Gabón, cuenta: «Nuestro planeta está enfermo por los interminables estragos causadospor la gente, la contaminación, la deforestación, los abusos de poder, los celos y el odio. La Tierra sufre de horribles guerras que transforman a la gente en monstruos. Además, están las pandemias: el sida, la malaria, el cáncer y otras plagas. Estas importantes enfermedades se agravan con el hambre, una pobreza que va en aumento: por la muerte de ideas y culturas y por el desprecio y el rechazo del prójimo, que señala el retorno de todas las formas de discriminación. Hemos perdido nuestro camino. La naturaleza nos lleva hablando desde hace ya algunos años y manifiesta su rabia con terribles y precisas catástrofes, usando el aire y el agua, mortíferos fuegos y olas de calor.

»He estado al servicio de las personas desde joven como doctora tradicional y sanadora, pero donde encuentro vida es en la selva. Es aquí donde todavía sé como convertirme en un todo con un paisaje lleno de miles de misterios. La selva no absorbe mi ser. Todo lo contrario, me permite capturar los secretos de lo invisible, de los que somos depositarios. Creo que pronto estos secretos se convertirán en valiosas brújulas para la Humanidad. Escuchando los secretos de la selva, he elaborado remedios. He aprendido sobre la fragilidad y la infinita pequeñez de la Humanidad, la vanidad de nuestros excesos y la efímera naturaleza de nuestra existencia. Me han enseñado la fuerza de la paz y de las familias unidas. La Humanidad debe reconciliarse con la naturaleza. Los pueblos del futuro no serán aquellos que creían únicamente en la lógica, en el reino de los números y en el capital, sino aquellos que hayan entendido que la red de la sociedad del mañana reside en el respeto y la consideración por el prójimo. Así el diálogo reemplazará a la guerra».

Unión de plegarias

Agnes Baker-Pilgrim es la mujer viva más vieja de los indios del río Rogue, los takelma bamd de los grandes bosques al sur de Oregón, EEUU. Su tribu la considera una leyenda viva, la embajadora de la MadreTierra. «En mi pueblo se ha pasado una historia que cuenta que la única obligación que nos dejaron los antepasados fue rezar, por lo que me convertí en una oradora. Viajo a países diferentes siendo una voz para los que no la tienen. Todas las cosas creadas necesitan una voz. Se me pide que rece por los tigres de Bengala, por los animales de África, por los lobos, por el salmón y por el río Ganges de la India. Fui a Australia para rezar por el río Murray-Darling y su contaminación y también lo hice por los cóndores y ahora están regresando a Oregón, después de haberse ido hace unos 200 años. Mi tribu me envía a regiones que necesitan oraciones y bendiciones. Se me envía a bautizar un barco, a derrumbar edificios, a prestar testimonio en lugares protegidos y a luchar por la vida de plantas únicas. Me han llamado para dirigir plegarias y parar talas completas o para ser grupo de presión en Washington y de este modo salvar nuestro lugar sagrado, Siskiyou, aquí en Oregón, que tiene flora que no crece en ningún otro lugar de la Tierra. Hasta el momento, lo hemos conseguido y continuaremos luchando. Como miembro titular de mi tribu, las Tribus Confederadas de los Indios Siletz, he luchado por mejoras en cultura y tradiciones. He estado a las puertas de la muerte. Sobreviví a un cáncer en 1982. Le pedí a mi Creador que me salvara porque me quedaba mucho por hacer. El Creador ha respondido a muchas de mis plegarias y yo reparto bendiciones porque se me ha permitido ser una mediadora.

»Ya es hora de que unamos nuestras oraciones a las de todos los pueblos de la Tierra. Juntos podemos acabar con los abusos a mujeres y niños, el hambre, la falta de protección de nuestras plantas medicinales y el consumo de drogas. Podemos estar unidos sin que importe cuáles sean nuestras creencias religiosas o espirituales. Podemos estar unidos y luchar por salvar nuestra Madre Tierra y rescatar nuestra propia existencia. Estamos todos juntos en esta ‘canoa agujereada’ por lo que debemos ser fuertes y seguir hasta que nuestros corazones toquen tierra».

Consejo Internacional de las Mujeres Indígenas - Encendido del Fuego

Ser honrados

Más al sur, entre la frontera de Nicaragua y Honduras, la indígena maya Flordemayo aprendió de su padre, chamán, y de su madre, sanadora, las costumbres y los métodos de curación de su pueblo. La honradez y la libertad de espíritu son los pilares de su mensaje: «Nunca me he preguntado qué he venido a hacer a este mundo. Siempre había entendido mi objetivo a través de mi diálogo personal con el espíritu de mis antepasados, mediante visiones y sueños. Crecí aprendiendo a interpretar sueños. Era obligatorio en mi familia. La Asamblea de las Abuelas estaba ya escrita en piedra para mí: era mi destino. Había oído hablar de ella en las profecías del pueblo maya y también me fue otorgada una visión directa de que la Asamblea se iba a reunir. Elegí aceptar un puesto en la Asamblea porque sentí que somos muchos en el mundo los que hemos perdido el contacto con lo básico. Las mujeres llevan más toxinas en sus cuerpos ahora que nunca. Es esperanzador volver a enseñar a la gente a cultivar y sobrevivir. Estamos reaprendiendo a cuidar la Madre Tierra. Con esto, permitimos que el espíritu de las plantas y las aguas sagradas nos sanen.

»Creo que la tierra y los elementos tienen la capacidad de autocurarse. Quizás no ocurra durante nuestra vida, pero todo lleva su tiempo. Vivimos bajo una ley sagrada: la vida es un círculo. Nada está oculto, y siempre hay una razón para que las cosas ocurran.

»Creo que la sanación del mundo es posible. Pero como para todo, se va a necesitar un buen grupo de gente que lo crea para hacerlo realidad.

»El mejor modo de continuar curándonos a nosotros mismos es honrar a nuestros espíritus libres. Honrándolos, nos volvemos indulgentes y, con ello, comprensivos y cuando somos comprensivos, nos volvemos honrados y entonces podemos continuar con nuestras vidas. Tenemos que encontrar también nuestro propio camino individual. Nos costará toda una vida conseguirlo, pero es necesario».

La profecía del Tambor.

El Tambor de la Abuela es uno de los instrumentos del Consejo. Fue construido en el año 2000 a partir de una visión de las indígenas de Alaska para convertirlo en el símbolo de su misión.

Tiene 200 cristales en su base en forma de tetera de unos dos metros de diámetro, y viaja por todo el mundo como un símbolo de unión universal.

Dicen que su sonido mueve almas y corazones. Su centro de piel de búfalo emite un estruendo clave para curar el mundo en la próxima década.

Las Abuelas recorren con él el Anillo de Fuego geológico de nuestro planeta, un fuego que si se activa, según la profecía de las Abuelas, renovará la voluntad global de reconciliación y de paz.

Texto de: La Revista Integral 

Fuente: Blog Hija de la Luna

sábado, 20 de octubre de 2012

UBUNTU . Cultura Xhosa .


Un antropólogo propuso un juego a los niños de una tribu Africana. Puso una canasta llena de frutas cerca de un árbol y le dijo a los niños que aquel que llegara primero ganaría todas las frutas.

Cuando dio la señal para que corrieran, todos los niños se tomaron de las manos y corrieron juntos, después se sentaron juntos a disfrutar del premio. 


Cuando él les preguntó por qué habían corrido así, si uno solo podía ganar todas las frutas, le respondieron: UBUNTU, ¿cómo uno de nosotros podría estar feliz si todos los demás están tristes?

UBUNTU, en la cultura Xhosa significa: Yo soy porque nosotros somos.

Fuente: Aspau

sábado, 13 de octubre de 2012

Los Guaraní


En el centro de América del Sur se había asentado -tras lentas migraciones de América Central- un grupo étnico con una gran extensión territorial: los Tupi-Guaraní.

Antes del inicio de la Era Cristiana, se generó movimiento migratorio que produjo una escisión. Por una parte los tupíes se dirigieron hacia la costa atlántica y hacia el norte, tomando el curso del Amazonas y sus afluentes. Por la otra parte, el grupo de guaraníes se movía hacia el oeste y sudeste, tomando la cuenca del Río de la Plata.

Herencia - Por mmo Arte y Fotografía
Las migraciones se dieron por diferentes motivos, uno de ellos fue la búsqueda de la "tierra-sin-mal". Se trata de una tierra fértil y apacible, donde se puede vivir a gusto, Pero a ella puede sobrevenir el mal, entonces hay que superarlo o abandonarla. Son males para los guaraníes una tierra agotada, que ya no es apta para la agricultura, o que en ella se produzcan muchas enfermedades, epidemias y muertes; o si hubiera desorden, desentendimiento y conflictos sociales o políticos entre los miembros y familias de la comunidad.

Los guaraníes, empleando canoas y balsas para viajar por los ríos, escogían un lugar para instalarse que debía cumplir los requisitos del típico "paisaje guaraní": terrenos surcados por ríos, de alturas más bien bajas y temperaturas moderadas. Se trata de pueblos migrantes, lo que no quiere decir nómadas sin residencia fija, buscaban tierras aptas para desarrollar su agricultura muy productiva de maíz, mandioca, batata, porotos, maní, calabazas y zapallos, bananas, ananás, algodón, tabaco y muchas hierbas medicinales, cuyos excedentes motivaban grandes fiestas y distribución equitativa de productos conforme a una buena economía de reciprocidad y de dones.

Madre guaraní  x  mmo
La ocupación de nuevos territorios no siempre fue pacífica. A veces encontraban tribus locales muy fuertes que les impedían avanzar, y debieron torcer el rumbo; en otras, realizaban violentas conquistas y guaranizaban a los vencidos.
Luego de sucesivas migraciones que se prolongaron durante siglos, sus territorios ocupaban una extensa región del litoral que se extendía entre el río Tieté al norte, llegando hasta territorios hoy uruguayos; penetrando hacia el interior a través de las cuencas de los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay, instalándose en territorios paraguayos, sureste boliviano y el norte argentino donde además llegaron a habitar las islas del delta bonaerense.

La región que ocupaban era, sencillamente, colosal y formaban distintos núcleos con denominaciones diferentes, separadas por enormes distancias y tribus de otros grupos. Su lengua fue aprendida por diferentes pueblos y fue útil para usarla en el comercio, y con el tiempo se convirtió en la lengua general conocida por las tribus del sur del Brasil, Paraguay, este de Bolivia y noreste argentino.

Debido a las migraciones se fueron instalando en lugares diferentes y así con el paso del tiempo, si bien conservaron los aspectos fundamentales de su cultura, fueron adquiriendo otros y tejiendo una historia propia.
A la llegada de españoles y portugueses a esta parte de América hacia 1500 los Guaraníes ya formaban un conjunto de pueblos - la "Nación Guaraní"-, que tenían un mismo origen y hablaban un mismo idioma -con diferentes lenguas-, habían desarrollado un modo de ser que mantenía viva memoria de antiguas tradiciones y se proyectaba hacia el futuro practicando la agricultura.

Madre Guaraní y niño
Los jesuitas respetaron en gran parte la unidad del territorio guaraní entre los ríos Paranapanema, al norte, el Río de la Plata al sur, los Andes al oeste y el Atlántico al este, fundando en los siglo XVII y XVIII más de medio centenar de pueblos.

El colonialismo europeo, tanto portugués como español, explotó la mano de obra guaraní, causando muerte y destrucción cultural. El colonialismo actual es igualmente agresivo, al despojarlos de sus tierras y fragmentar sus territorios.

Pueblo
Otras denominaciones
Localización
Kaiowá

(Brasil, Paraguay)
Pãi Tavyterã (Paraguay)
Caiuá (Brasil)
Sur del estado de Mato Grosso do Sul. Aldeas en el litoral de los estados de Espíritu Santo y Río de Janeiro (Brasil).
Entre los ríos Apa y Jejui (Paraguay).
Ñandevá

(Brasil, Paraguay)
Chiripá, Avá Chiripá, Avá-katú-eté ("auténticos hombres").
Nhandeva (Brasil), Avá Guaraní (Paraguay).
Su "hábitat histórico", estaba localizado al sur del Jejui Guazú, a lo largo del Paraná superior y al sur del Iguazú.
En Paraguay se concentran en la región comprendida entre los ríos Jejui Guazú, Corrientes y Aracay. En Brasil toma partes de los estados de Mato Grosso do Sul y Paraná. Migraciones desde Paraguay cristalizaron en asentamientos en los estados de San Pablo -interior y litoral-, Santa Catarina, Paraná y Río Grande do Sul.
Mbya

(Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay)
Su autodenominación ritual es Jeguakava Tenonde Porangue’ í ("los primeros escogidos para usar adornos de plumas").
Fueron conocidos en el siglo XVIII como monteses del Mba'everá que vivían en las selvas entre el río Aracay y el río Monday. Anteriormente fueron conocidos como Mbya-apyteré, Kaynguá, o Monteses.
Desde las laderas selváticas de la sierra de Mbaracaju hasta la provincia argentina de Misiones y los estados brasileños de Paraná, Santa Catarina, Río Grande do Sul, Río de Janeiro y Espíritu Santo, con varias aldeas a lo largo del Atlántico, donde buscan construir en las regiones montañosas. Existe un grupo pequeño en Uruguay.
Tapieté

(Argentina, Bolivia, Paraguay)

José Cardús -1884- dice que son conocidos como Tirumbaes ("sin vestido"). Durante la guerra del Chaco (1932-1935) fueron llamados Guasurangüe -nombre del cacique que los lideraba-. Alfred Metraux -1946- los menciona como Tapy'y, Yanaa oÑanagua.
Tapiete, hoy constituye su autodenominacion en Bolivia y Argentina. En Paraguay prefieren llamarse Ñandereta ("nosotros"), o Ava ("hombres") y cuando deben relacionarse con las sociedad nacional - por el prestigio que les otorga-: "guaraní ñandevá" o simplemente "guaraní".
Su territorio tradicional estaba en el sudeste boliviano, en las inmediaciones del río Pilcomayo. Actualmente se distribuyen:
En Bolivia habitan en la provincia del Gran Chaco del departamento de Tarija en el límite con el Paraguay, en las comunidades de Samuwate o Samayhuate, Cutaiqui y Cercada.
En el occidente paraguayo en las comunidades de Pykasu, Laguna Negra, Santa Teresita y Colonia 5.
En Argentina, en dos pequeñas comunidades de Salta: el barrio Misión Los Tapietés de la ciudad de Tartagal y la Curvita en el municipio Santa Victoria.
Aché

(Paraguay)
El despectivo "Guayaki" : "ratones del monte".
Región oriental del Paraguay.
Chiriguanos
(Guaraníes occidentales)
(Argentina, Bolivia, Paraguay)
Guarayos en Paraguay, ellos se autodenominan Guaraní. Avá o Mbya.
En Bolivia Gurayos o Izozeños. Ellos se autodenominan Guaraní Izoceños (los que están en la región del Izozog) y Avá los que están en la cordillera. A los que provenían del mestizaje chané -de lengua arawak- y guarani los llamabanchiriguanos, denominación que se utilizó por extensión para todo el pueblo guarani de la región, siendo desechado al ser considerado por los propios integrantes como un gentilicio despectivo.
En Argentina, se los llama también chaguancos o chavancos. Ellos se autodenominanAvá o Kambá.
En Paraguay: Departamento Boquerón
En los Departamentos del Chaco Boliviano (Santa Cruz, Chuquisaca y Tarija).
Argentina: Chaco Salteño

Fuentes:

Guaraní Reta 2008. Los pueblos Guaraníes en las fronteras. Argentina Brasil y Paraguay


Nota del responsable del blog: Respecto los nombres de los Pueblos Originarios y a su grafía y denominación se realizó en Septiembre de 1.953 en Río de Janeiro la primera Reunión Brasileña de Antropología, en el Museo Nacional, y de carácter internacional; en esa ocasión se firmó la Convención para la Grafía de nombres de tribus y se convino en escribir los nombres en singular. Por ejemplo: los Guaraní, los Tupí, los Arawak, los Kaingang, los Maká, etc.

Extraído de: Boletín Indigenista, vol XIV, Nº 3 México, IX, 1.954 y de Origen e Historia de los Pueblos del Paraguay – Toponimia Guaraní – Servilibro (Asunción, 2.010)

José Javier Rodas 



lunes, 8 de octubre de 2012

Libro “Los Derechos de los Pueblos Originarios” – Segunda Edición


Compilador: José Javier Rodas (Profesor / Alfabetizador Intercultural)

Editorial Universitaria (Universidad Nacional de Misiones)

Fecha de reimpresión: Septiembre de 2.012


Pintura de portada: “La América Morena” Miguel Hachen (Arte Neoguaraní). Fotografía: Alejandra Morales.

Libro Los Derechos de los Pueblos Originarios - Segunda Edición
La publicación "Los Derechos de los Pueblos Originarios" realizada por el profesor José Javier Rodas es una herramienta concreta en favor de los Pueblos Originarios que pueblan continentalmente el Abya Yala. Ha llegado a hermanos de las Naciones Guaraní (Mbya), Qom, Comechingones, Huarpes, Mismitos (Honduras), Kichwa y Achuar (Ecuador) y la intención es que siga teniendo su recorrido y llegue a más y más hermanos.

En Cataratas, Tierra Ancestral Guaraní y el Libro de Derechos
Comprende los tratados y documentos internacionales, la legislación nacional y provincial, como así también la normativa educativa vigente.
Precisa en su contenido los derechos colectivos e individuales, especialmente el derecho a la tierra, los bienes, los recursos vitales, la cultura, la identidad y la lengua. También, los derechos inalienables al empleo, la salud, la educación y la determinación libre de su condición política y su desarrollo económico. Asimismo, apela a la plena y efectiva participación a los propios intereses, el derecho a mantener la diversidad y propender a la visión propia, económica y social.
 
Kuaray Poty, coautor del Glosario en el Plan Bi-Alfa de Alfabetización de Adultos.


Esta completa edición, está enriquecida con un trabajo de investigación lingüistica realizado por el compilador junto a cuatro integrantes de la Aldea Fortín Mbororé: Kuaray Poty (Carlos Benitez), Karai Ñechyroa (Virgilio Oscar Benitez), Kuaray Mirĩ (Diego Benitez) y  Karai Poty (Angel Benitez) que reflejan en un Glosario Temático el milenario acervo cultural mbya guaraní. Por más de una década y producto del compromiso y dedicación se llegó a este significativo aporte que contiene entre otros entre sus apartados temáticos: elementos representativos de la cultura mbya guaraní, religión, nombres sagrados, relaciones de parentesco, comidas y bebidas tradicionales, instrumentos musicales, plantas medicinales, sistema de numeración guaraní, árboles frutales de monte, momentos del día, arbustos, verduras, trampas ancestrales, animales y plantas del hábitat guaranítico, etc.


Karai Ñechyroa, coautor del Glosario en una clase de Lengua y Cultura Guaraní en la EIB  Nº807
La obra ha sido declarada de Interés Educativo por el Ministerio de Cultura y Educación de la Provincia de Misiones (Resolución 557/2007) y de Interés Provincial por la Honorable Cámara de Diputados de la Provincia de Misiones (C.R/ D. 212-2007/08) y tiene anexado un Proyecto Pedagógico Innovador para la promoción en las aulas de las Escuelas Interculturales Bilingües del conocimiento y reconocimiento de las Leyes que favorecen a las Naciones Originarias.

Kuaray Miri, coautor del Glosario Temático, armando una maqueta de la trampa atrapa-peces Parí.
La presente edición ha sido enriquecida por la magnifica obra realizada por el pintor Miguel Hachen denominada “América Morena” realizada especialmente para ilustrar la portada de esta segunda edición. Su original es un acrílico sobre tela de 1,10 x 1,47 metros, excelsa como el Arte Neoguaraní. La fotografía pertenece a Alejandra Morales.

Además del compilador han  prologado esta obra (primera compilación de leyes de derecho indígena realizada en la Provincia de Misiones y Primer Glosario Mbya Guaraní publicado en el mismo territorio) la co fundadora de la Escuela Mborore Ángela Sanchez y la reconocida antropóloga Ana María Gorosito Kramer.


miércoles, 3 de octubre de 2012

12 de Octubre Día del ENCUBRIMIENTO de América.


El 12 de Octubre de 1492 Colón “descubrió América” y hubo un “encuentro entre dos mundos”… dice la historia redactada con pluma occidental. Una historia que nos cuenta la versión de los hechos a medias, porque se olvida de que cuando Colón llegó a América el continente estaba habitado por millones de seres humanos que fueron víctimas de uno de los genocidios más grandes de la historia.


LA PLUMA DEL HOMBRE BLANCO
¿A quién no le contaron en la escuela que cuando Colón descubrió América empezó a los gritos “Tierra, Tierra”? ¿O que cuando los europeos pisaron el continente los “indios” contentos le daban medallas de oro a cambio de algunos espejitos de colores? Y de repente, ¿no les pasó que empezaron a sospechar de ciertos relatos? 

Mientras la pluma del hombre blanco escribe orgullosa que “el 12 de octubre de 1492 Cristóbal Colón descubrió América”, otros europeos cuentan que “el navegante genovés se murió pensando que había estado en la India con indios”, y así surge una la mezcolanza de discursos oficiales. Resultado: Colón llegó a América y se encontró con unos indios que le regalaron oro.

Olvidémonos por un momento de todo lo que nos enseñaron en la escuela, olvidémonos del “Día de la ¿Raza?”, del “¿Descubrimiento? de América” y del “¿Encuentro? de dos Mundos”¿Qué hay detrás de toda esta historia?


 LA OTRA VERSION DE LA HISTORIA
Cerremos por un momento esos libros de letras blancas y escuchemos la voz americana para tratar de conocer la otra versión de la historia, aquella que no quiere silenciar que personas, familias, ciudades y civilizaciones enteras de América fueron exterminadas.

Cuando las carabelas de Colón llegaron a las costas del Caribe en 1492 no toparon con un continente vacío. En América vivían millones de seres humanos desde hacía miles de años. Tampoco fue Colón el primer navegante que arribó a las costas americanas, ya varios expedicioncitas habían estado allí. Colón no “descubrió” América.

Luego de la llegada de las naves de Colón a nuestro continente, el asombro que sintieron los indígenas americanos ante la presencia del hombre blanco se convirtió en un verdadero terror. Imagínense la magnitud del exterminio que de más de 70 millones de aborígenes solo quedaron 3 millones y medio. Lejos de darse un  “encuentro de dos mundos” como nos han contado, lo que ocurrió en verdad fue el “aplastamiento de uno sobre otro”.

Los europeos se maravillaron con las minas de oro y plata, y comenzaron un aluvión de expediciones para llevarse todo. Los aborígenes fueron asesinados no solo por espadas y violencia, también las enfermedades importadas de Europa resultaron ser un arma mortal debido a la falta de anticuerpos para resistir a los extraños virus y bacterias. Y cuando no eran asesinados por violencia o enfermedades, la esclavitud llevaba a que familias enteras eligieran el suicidio en masa. América estaba bañada en sangre.

Poco más de 100 años fue lo que tardaron en transportar nada más y nada menos que 17 mil toneladas de plata y 200 toneladas de oro. Esto dio paso al desarrollo de la manufactura y el comercio europeo. Se abrieron nuevos mercados en todo el mundo y comenzó la era de dominación occidental, dominación económica, religiosa, política. Toda la visión de mundo de los indígenas que quedaron “vivos” fue arrebatada y comenzaron a formar parte de una nueva realidad social.



DESCUBRIMIENTO VS ENCUMBRIMIENTO
Pasaron más de 500 años de la llegada a América de aquel navegante aventurero, ¿Existe alguien que crea verdaderamente que fue Colón quien descubrió nuestro continente? ¿Alguien que se niegue a creer que en América vivían miles de aborígenes que fueron exterminados?¿No es hora ya de que dejemos de lado los discursos hipócritas que se construyeron en torno a uno de los hechos más tristes en la Historia de la Humanidad?

No somos pocos los que sentimos la celebración del 12 de octubre como un insulto. Entonces, ¿por qué festejar el Día de la Raza o el Descubrimiento de América? ¿Por qué negar que hubo genocidio? ¿No creen que es hora de replantearnos algunas cosas? Quizá ese sea el paso inicial para que los americanos seamos más unidos, libres; que amemos la naturaleza como lo han hecho los antiguos habitantes y que no exista ni pobreza ni el hambre en un continente que con su riqueza podría alimentar un mundo.

El disfraz que la historia le ha querido poner al 12 de octubre de 1492 está desgastado, ya no se oculta la otra versión y eso quizá sea una señal de que nuevos aires y mejores están llegando a nuestro Continente.

Fuente: Agencia Tálamo 
(www.agenciatalamo.com.ar)